Los inéditos de Salinger

El 27 de enero hará dos años ya de la muerte del escritorJ.D. Salinger, y seguimos sin novedades. Como sus lectores recordarán, en 1965 dejó de publicar, se aisló y empezó su leyenda. Con los años y el silencio, una gran parte del misterio que le rodeaba se perpetuó en una intriga: ¿seguía escribiendo? La leyenda decía que sí. El problema era que habría que esperar hasta su muerte para poder leer, con suerte, su obra inédita.

En estos dos años, sin embargo, nada ha ocurrido. Ningún movimiento por parte de su agente. Por una carta hecha pública, eso sí, sabemos que en 1992 un incendio destruyó parte de su casa, pero no el despacho donde guardaba los manuscritos. Como mínimo, pues, había manuscritos. Estos días su biógrafoKenneth Slawenskipublicó en la revista digitalSalonun artículo titulado¿En qué estaba trabajando J.D. Salinger?. Era un texto prudente, que no respondía a la pregunta y sólo confirmaba que sigue el misterio.

Cuando dejó de publicar,Salingerllevaba años escribiendo sobre los destinos de la familia Glass, con sus hijos superdotados. Sus narraciones funcionaban como vasos comunicantes para contar las vidas del suicida Seymour, de Franny, Zooey, Buddy… Yo estoy convencido de que no dejó nunca de hacer crecer ese mundo paralelo, aunque la duda es si estamos ante un experimento metaliterario o bien había tomado el camino directo hacia la locura, confundiendo realidad y ficción.

Es lo que parece indicarHaptworth 16, 1924, su último cuento publicado. Se trata de una larga carta que Seymour Glass envía a sus padres desde un campamento de verano. Es un texto excesivo y en él se confirma la identificación total entre elSalingerreal y el Buddy Glass de ficción. Un día, pronostica Seymour, Buddy será escritor. Luego sabemos que Buddy escribió una novela llamadaEl guardián en el centeno. Todo cuadra.Salinger vivió aislado, pero con la compañía de su familia ficticia, los Glass. Quizá escribir como Buddy era su forma de vivir.