CRÓNICA

Dani Martín, ha nacido un baladista

El vocalista de El Canto del Loco potenció su perfil romántico en el Palau

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

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Hay artistas que dicen no saber ni querer saber a qué público van dirigidos. Ellos crean y no se preocupan de esas veleidades. Es entonces cuando aparece Dani Martín y les da una lección. Porque estrofas como «Hoy me quedan tus momentos / eres la cara más bonita que habrá» o «Fuiste la niña, princesa y querida / mirada y prendida de una luz divina» difícilmente pueden ser concebidas mientras su autor piensa en un estibador portuario o un saltador de pértiga.

El jueves, en un Palau (Festival del Mil·lenni) con amplia cuota femenina, Martín alimentó la idea de que El Canto del Loco era un baladista romántico camuflado de banda pop. En las canciones de su primer disco en solitario, Pequeño, abundaron las citas a corazones, sonrisas y flores. Algunas, como Mi lamento y El cielo de los perros, que abrieron la noche, con el único apoyo de un piano. Luego se enchufaron las guitarras y hubo amagos rockeros con Eres y la repesca de Cruce de caminos, de El Canto del Loco, con un riff de corte stoniano.

UN POCO DE SERRAT / El guión se amplió con una pieza inédita, Mi ritmo cardíaco, dedicada a su hermana, fallecida en el 2009 de un infarto cerebral, y una versión de Aquellas pequeñas cosas, de Serrat, con ritmo pop ligero. Y muchas raciones de El Canto del Loco: nueve, tantas como de Pequeño. Así que el Martín solista se escora hacia la balada perfumada pero, a la vez, capitaliza el legado del grupo. En la recta final desfilaron Por ti, Ya nada volverá a ser como antes, La suerte de mi vida, Peter Pan..., como una extensión de los conciertos de El Canto del Loco. Sí, Dani Martín sabe muy bien a qué público se dirige.