La familia real se embarca en la bahía de Palma de Mallorca

Esperando a Letizia

La Reina y sus nietos siguen en alta mar la regata en la que participan Felipe y Cristina

CARMEN Muñoz

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Casi pleno real en el Real Club Náutico de Palma, donde ayer arrancó la 30ª Copa del Rey de Vela Audi Mapfre. La familia real, con excepción del Rey y deLetizia,llegó a media mañana a las instalaciones marítimas para despedir a la infantaCristinayFelipe, que participan en la regata a la caña delAifosy elHispano,respectivamente.

Llegaron al centro náutico en tres coches. En uno viajaban la Reina y el Príncipe, en el segundo, el matrimonioUrdangaríny sus cuatro hijos, y en el tercero,Elena, Froilán, Victoria FedericayMaría Zurita, hija de la infantaMargarita, hermana deJuan Carlos. NiLetiziani las pequeñasLeonorySofíahicieron acto de presencia. La Casa del Rey no informó de cuándo llegarán, aunque si continúan las tradiciones, lo más probable es que se dejen ver mañana, cuando se celebrará el concierto deJaume Anglada, miembro de la tripulación delHispanoy amigo personal del heredero.

LA SIMPATÍA DE MARÍA ZURITA / No hubo posado a las puertas del club, quizá porque eran demasiados y no cabían en la entrada. Los 12 reales visitantes entraron escalonadamente y después de saludar al presidente del Real Club Náutico,Matías Salvá, y de la Copa del Rey, Javier Sanz, charlaron con algunos conocidos.

Todos iban muy deportivos con bermudas (las deIñaki Urdangarín,de color azul turquesa) y polo, menosSofía, que vestía un pantalón largo de lino blanco y niqui de la regata, y la infantaCristina, con el uniforme delAifos (pantalón largo azul marino y camiseta blanca). Llamó la atención el bolso rosa fosforito deMarc Jacobs,diseñador de Louis Vuitton, que lucióMaría Zurita, uno de los miembros más simpáticos de la familia. Siempre tiene una sonrisa y contesta con mucha educación cuando la abordan por la calle con los micrófonos.

UNIFORMADOS /FroilányVictoria Federica, que hace unos días consiguieron el diploma que acredita que han superado un nuevo curso de vela en Cala Nova, llevaban puestos unos polos verdes con el anagrama de la regata. Para que todos fueran iguales, la reinaSofíacompró la misma camiseta para los cuatro niños deCristina: Juan, que está altísimo,Pablo, MigueleIrene. La soberana pagó de su bolsillo los 119 euros que costaron las prendas.

La imagen más tierna la protagonizóVictoria Federica, que dedicó mimos y atenciones aIrene, la benjamina de losUrdangarín. La hija de Elena estuvo muy pendiente de su prima, a la que trató con mucho cariño y a la que recogió el pelo en una coleta.

ElAifos, elBribóny elHispanoestán amarrados uno al lado del otro; así, cuandoFelipe llegó al pantalán, saludó aJosep Cusí, armador delBribón, que este año no pisará el Rey, debido a la operación de rodilla a la que fue sometido recientemente.

BESOS DE CRISTINA / Antes de poner rumbo al campo de regatas, el Príncipe también estuvo charlando con su hermanaElena, mientrasCristinarepartía besos a sus hijos, marido y sobrinos, y subía alAifospara disputar la copa en honor de su padre. La infanta llevaba seis años sin participar en esta regata (la última vez que lo hizo fue con elAzur de Puig,en el 2005).

Todos se dirigieron a Porto Pi para subir a la lanchaSomniy seguir la regata en alta mar. En la cubierta de la embarcación, rodeada de sus nietos, se pudo ver a la Reina y a la infantaElenahicieron fotos, a su sobrinaMaría Zurita y aIñaki Urdangarín. La familia siguió la salida y la primera manga para después dirigirse a comer al Palacio de Marivent.

El Príncipe yCristinaacabaron la jornada pasadas las cinco y se dirigieron al club náutico, donde tomaron algo con la tripulación. A las seis y media abandonaron juntos el recinto en el coche que conducía el propioFelipe. Hoy volverán a desplegar velas, mientras todos en Mallorca siguen esperando aLetizia.