Lujo y esplendor en la alfombra roja de los Oscar

Estaba anunciado. Hollywood estaba dispuesto a alejar por unas horas con su fiesta anual los nubarrones con los que la crisis económica aún oscurece la realidad y la afombra roja de la 83ª edición de los Oscar en las puertas del Kodak Theater ha sido una buena lanzadera para ese viaje a un mundo de fantasía.

Media hora antes de que empezara la fiesta del cine, la del glamur ya estaba en ebullición. Y entonces es cuando han llegado Javier Bardem y Penélope Cruz, con un largo, ajustado y escotado vestido en intensos y brillantes rojos creado por L'Wren Scott. La actriz lleva el pelo suelto y todo el brillo de la reciente maternidad.

La pareja, acompañada también por la flamante abuela, Pilar Bardem, se ha sumado a la corriente de lujo y glamur que ha discurrido por esta alfombra. Ha habido mucha pedrería y brillos (Amy Adams, Michelle Williams, Mandy Moore).

También, transparencias y escotes de vértigo (Mila Kunis, Scarlett Johansonn). Se han visto negros (Sharon Stone, Helena Bonham Carter), blancos (Nicole Kidman) y metálicos, muchos metálicos (Annette Bening y una gloriosa y futurista Gwyneth Paltrow). Algunas han sido princesas (Hailee Steinfeld); otras, reinas de la belleza (Halle Berry) y hay hasta quien podría pasar por un espectacular cisne (Hillary Swank).

La presentadora más joven

Entre joyas de Cartier y Tiffany's y diseños de nombres clásicos de la alfombra como Valentino, Marchesa, Armani Privé y Elie Saab, tampoco ha faltado un tono habitual no solo en el suelo: el rojo.

Y lo han lucido desde la maestra de ceremonias más joven de la historia a sus 28 años, Anne Hathaway, hasta la joven Jennifer Lawrence, pasando por la mujer que podría entregar el Oscar a Bardem dentro de un par de horas, Sandra Bullock.