ÓBITO

Muere Mario Monicelli, creador de la comedia italiana

Mario Monicelli.

Mario Monicelli.

ROSSEND DOMÈNECH
ROMA

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El domingo les dijo a los estudiantes, que estos días están protestando en Italia por los recortes de Educación, que se rebelaran, y anoche se suicidó, tirándose desde el cuarto piso de un hospital de Roma. Son las últimas dos secuencias de la película de la vida de Mario Monicelli. Tenía 95 años y sufría de un cáncer de próstata terminal. Monicelli era el último de los grandes del cine italiano, el padre de aquella comedia que despertaba risas y carcajadas, pero que después de haberla visto los espectadores salían serios y pensativos de los cines.

«No os calléis, empujad con fuerza, tenéis que usar vuestra fuerza para protestar, hacedlo vosotros, que yo ya no tengo edad», dijo el domingo a los estudiantes, con el lenguaje directo propio de los toscanos, la tierra donde había nacido en 1915. El autor de La gran guerra, Rufufú, La armada Brancaleone, Guardias y ladrones, La chica con pistola y Amigos míos es considerado el creador de la comedia italiana, un género que ha dado nobleza al cine del país. Realizó 66 filmes, con actores como Vittorio Gassman, Totò, Marcello Mastroianni, Alberto Sordi y Monica Vitti.

Su primera película data de1932, pero fue después del fascismo y de la segunda guerra mundial cuando pudo expresarse libremente, plasmando su desencanto por la realidad, acercándose cinematográficamente a todo tipo de perdedores e inadaptados. La última película que rodó fue Las rosas del desierto, en el 2006 tras varios años de inactividad, sobre los italianos enviados a morir lejos de su país. Un país que últimamente definía como de «pensamiento único» y «fascista bajo otras formas», porque no soportaba a Silvio Berlusconi.

El progresista Walter Veltroni, que ha dedicado parte de su vida a la divulgación del cine, definió anoche a Monicelli como «un hombre de 95 años llevados con áspera ironía y con el deseo de decir todavía algo con rabia y autoridad».