EXPOSICIÓN de pintura

CaixaForum exhibe una nueva lectura del arte de los 50 y 60

La muestra repasa 32 obras de Tàpies, Saura Picasso y Dalí, entre otros

Una de las piezas de la serie 'Las Meninas' de Picasso.

Una de las piezas de la serie 'Las Meninas' de Picasso.

NATÀLIA FARRÉ
BARCELONA

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Fiel a la idea de exhibir de forma permanente parte de los fondos de la colección de arte contemporáneo de la Fundació La Caixa, CaixaForum inaugura la temporada expositiva con Humano, demasiado humano (hasta el 20 de febrero), una muestra que recoge 32 de piezas de arte español, entre ellas siete películas, de los años 50 y 60 raramente o nunca expuestas en Barcelona.

La razón de su poca presencia en la ciudad reside en su calidad: «Son obras muy representativas de este periodo y están muy solicitadas», afirma Nimfa Bisbe, directora de la colección, lo que es lo mismo que decir que están siempre en préstamo. Además «son un capítulo aparte en los fondos, centrados en el arte de los últimos 30 años -prosigue-, lo que a veces hace que sea difícil organizar un discurso expositivo con ellas». Pero esta vez sí ha sido posible y no solo se exhiben sino que, además, se muestran, por primera vez, junto a piezas provenientes de otros museos ofreciendo una nueva mirada sobre el arte existencial e inconformista de la posguerra.

«Proponer una lectura de estas piezas distinta a la que hace la historiografía tradicional» es el objetivo de la muestra, afirma su comisario Valentín Roma. Así, Roma se aleja de la narrativa artística con la que normalmente se estudia este periodo, que prioriza el análisis a partir del estilo, y se centra en lo que él llama «tres líneas de fuerza» para explicarlo.

NIETZSCHE Y EL ROMANTICISMO / Por un lado, la destrucción de los iconos de la historia del arte: Picasso en Las Meninas (1957) hizo una interpretación del cuadro homónimo de Velázquez y Equipo Crónica realizó lo propio con el Guernica del malagueño en el lienzo El embalaje (1969). «Con este impulso iconoclasta, los artistas rompen con la tradición y empieza la modernidad», afirma Roma.

El segundo «punto de fuerza» y tema en torno el que gira la exposición es la representación del cuerpo humano a partir de evidenciar lo irreverente, cotidiano e irracional. Aquí encajan perfectamente Dalí y su El rostro de la guerra (1941), Tàpies con su Historia natural (1950-51) y el óleo Hers (1968) de Ràfols-Casamada. Por último, la muestra se centra en una serie de obras que profundizan sobre la propia práctica de la pintura donde se ve el contraste entre Millares, «un autor existencial» y Palazuelo, «un artista procesual».

¿Y el título de la muestra? Con el libro Humano, demasiado humano Nietzsche rompió con el romanticismo y su sentido trágico e inauguró un nuevo humanismo. Para Roma: «Este gesto de ruptura metafórico es el mismo que podría explicar el arte de los siglos XX y XXI». Y de allí el título.