Adrien Brody recupera el músculo de Schwarzenegger en 'Predators'

El cine de terror más reciente parece desandar algunos de los caminos tomados por el género en los últimos años. Para bien o para mal,remakescomoViernes 13(2009) yPesadilla en Elm Street(2010) son un intento de hacer borrón y cuenta nueva en series cinematográficas que habían llegado al límite del absurdo o del tedio. En esa tendencia cabe situar tambiénPredators,quinta entrega de una saga clásica de la ciencia ficción que hoy llega a las pantallas españolas dispuesta a dejar claro que lunáticas predecesoras comoAlien vs. Predator(2004) o Alien vs. Predator: Requiem(2007) nunca debieron haber existido.

Así, la nueva película pretende posicionarse como la única continuación legítima deDepredador (1987), icono del género que reventó la taquilla y encumbró la carrera de Arnold Schwarzenegger. Robert Rodríguez, director consagrado a revivir el cine de acción de serie B --lo demostró conPlanet Terror (2007) y volverá a hacerlo en las próximas semanas conMachete-, ha sido el encargado de impulsar el proyecto como productor a partir de un guión que él mismo escribió hace años y que entiende la necesidad de recuperar los ingredientes esenciales de la película original: violencia gráfica, lenguaje sucio y un grupo de tipos duros atrapados en una jungla que blanden enormes ametralladoras para enfrentarse a un monstruoso peligro alienígena. En esta nueva entrega, eso sí, no hay rastro del gobernador de California.

En su lugar, enPredatorses Adrien Brody quien presenta su candidatura a héroe de acción, en la piel de un mercenario carente de escrúpulos y proclive a citar a Hemingway -«no hay cacería como la caza de hombres, y aquellos que han cazado hombres armados durante suficiente tiempo nunca se interesarán por nada más»-. Aunque hace un año imaginar a Brody en un papel así habría sonado a chiste -en su última película,El fantástico Sr. Fox,dio vida al ratón Rickity-, es cierto que, ocho años después de ganar el Oscar porEl pianista,la carrera del actor necesitaba un golpe de efecto. Cientos de horas de gimnasio le han ayudado a llevarlo a cabo.

CONNOTACIONES POLÍTICAS / Los instantes iniciales dePredatorsnos muestran a Brody cayendo del cielo, tratando desesperadamente de abrir su paracaídas mientras se acerca a toda velocidad a un planeta desconocido. El director estadounidense de origen húngaro Nimród Antal, eficaz artesano del cine de género, no pierde el tiempo: solo unos segundos después, un muestrario internacional de matones se hallan atrapados en un peligroso enclave tropical, sin saber cómo han llegado allí, y obligados a cooperar para combatir en un escenario desconocido y hostil por razones que no entienden.

Si ese planteamiento le recuerda a Afganistán, no se extrañe. Después de todo, las connotaciones políticas ya estaban en el origen de la saga -Depredadorjustificaba, o tal vez criticaba, la intervención de la administración Reagan en innumerables conflictos alrededor del mundo-. Sin embargo, su mayor inspiración parece ser otra. Una selva misteriosa, personajes de distintas nacionalidades que recalan allí por oscuros motivos, diversas teorías sobre lo que sucede -estamos muertos, nos han secuestrado, esto es el infier-

no-,… ¿no será en realidadPredators una versión dePerdidos?