Una etapa fundacional

Aveces se ha cuestionado la existencia de una sintonía profunda de Jordi Pujolcon el mundo cultural, pero a la hora de juzgar la política cultural de la Generalitat uno de los periodos que generan una valoración más elogiosa es el deMax Cahnerentre 1980-1984.Pujolllamó al Govern a una personalidad asociada a una labor previa sólida, en proyectos como la revistaSerra d'Or, Edicions 62 o la Gran Enciclopèdia Catalana. El año 1980 los presupuestos de la Generalitat eran limitados y había que edificar casi desde la nada una política cultural propia. Con la elección deMax Cahner, Pujolapostaba por un hombre exigente, de carácter, con capacidad de trabajo, un bagaje cultural enciclopédico y convicciones firmes.

Un hombre clave en el equipo deMax CahnerfueAlbert Manent,decisivo por la su inteligencia política y por la proximidad aPujol. AhoraManentpublica una jugosaCrònica política del Departament de Cultura (1980-1988), que constituye su testimonio de la obra de gobierno de los consellersMax Cahner, Joan RigolyJoaquim Ferrer. Manent,que inicia el volumen con un capítulo dedicado a la Mancomunitat de Catalunya y la Generalitat republicana, nos recuerda comoCahnertuvo presente el Congreso de Cultura Catalana de 1977 para definir su línea de acción, planteada con una voluntad de reconstrucción nacional y de institucionalización de la cultura.

Manent hace un repaso de la confrontación ideológica con la oposición, del magnífico equipo de colaboradores deCahner,de la asunción progresiva de competencias y la implantación en el territorio, de la consolidación de las diversas áreas.Manent nos habla también de la Llei de Normalització Lingüística, de la normalización del aranés, del manifiesto de los 2.300 deJiménez Losantos...

Más breves que la deMax Cahner fueron las etapas en el Departament de Cultura deJoan Rigol, que creó un Consell Assessor e impulsó un pacto cultural que finalmente no llegó a materializarse, y deJoaquim Ferrer,el hombre del despliegue cultural y de la apuesta por la modernización, el diálogo y la internacionalización de la cultura. Tres consejeros en una etapa fundacional queManent analiza y nos acerca.