UNA VIDA ENTREGADA A LOS DEMÁS

Rafa Juncadella, maestro: "Veo alumnos recoger cosas del contenedor"

Tiene los pies en el barrio de Roquetes, pero su corazón, dice, lleva décadas "anicaraguado". Inspirado por la Revolución Sandinista, Rafa Juncadella ha dedicado la mayor parte de su vida a la alfabetización de adultos.

El creador de la Xarxa d'Intercanvi de Coneixements se vuelca en alfabetizar a los adultos

Más educación 8 Rafa Juncadella, en el Centre Ton i Guida.

Más educación 8 Rafa Juncadella, en el Centre Ton i Guida.

BEATRIZ PÉREZ / BARCELONA

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Rafa Juncadella (Sant Vicenç dels Horts, 1931) fue sacerdote hasta los 45 años. En 1976, por desacuerdos con la Iglesia católica, decidió abandonarla, mudarse al barrio de Roquetes y dedicarse en exclusiva a la gran pasión de su vida: la enseñanza. Así creó hace 22 años la Xarxa d'Intercanvi de Coneixements (XIC) en el Centre Ton i Guida (Romaní, 6). Con una particularidad: alumnado y profesorado están a un mismo nivel.

-La XIC parte de la idea de que todos tenemos algo que enseñar.-Y algo que aprender. Por ejemplo, tengo una alumna que a su vez enseña Flores de Bach, un curso de aromas de pétalos. En la Xarxa hay alrededor de 400 personas, los xarxeros, y unos 60 intercambios de catalán, castellano, inglés, talleres de baile...

-¿Todos los cursos son gratuitos?-Sí, porque esto es una red de intercambio de conocimiento donde el dinero importa un pimiento. La edad media es de unos 50 años y tenemos muchos inmigrantes. Yo enseño catalán a 15 personas que vienen de Suramérica, África, Asia...

-Los orígenes de todo esto se remontan a Nicaragua en los años 80.-Yo fui sacerdote hasta 1976, pero lo dejé porque no estoy de acuerdo con la Iglesia católica. En 1986, efectivamente, viajé por primera vez a Nicaragua. Y descubrí que la Revolución Sandinista del 79 había logrado muchas cosas. Una de ellas, la alfabetización. Me quedé anicaraguado para siempre.

-¿Cuánto tiempo estuvo allí?-En total tres años. Nada más llegar, me fui al Ministerio de Educación y me ofrecí de voluntario para alfabetizar. El contrato era no cobrar nada. Dormía y comía en el Ministerio. En 1990, cuando los sandinistas perdieron las elecciones, me echaron por «nocivo». Entonces me marché a un barrio muy pobre, el Boris Vega, en Estelí, y ahí seguí alfabetizando.

-Así nació el Agermanament Popular Nou Barris-Boris Vega.-Sí, hace ya más de 20 años. Siempre digo que tengo dos hijos espirituales, la Xarxa y el Agermanament. Cada segundo domingo del mes hacemos un mercadillo solidario donde recaudamos fondos que luego enviamos a Boris Vega. Si aquí estamos mal, ¡imagínate cómo están allí!

-Nunca ha perdido los vínculos con la enseñanza y con Nicaragua.-Toda mi vida he sido maestro. Cuando volví de Nicaragua, estuve en varias escuelas de adultos. Y sí, desde que estuve por primera vez, he vuelto cada año a este país. ¡Hasta 25 veces he estado! La última, estas Navidades, pasé un mes y medio. Aunque este año ya me he despedido.

-¿Cómo ha ayudado su experiencia en Nicaragua al barrio de Roquetes?-Lo ha ayudado a comunicarse entre sí. A fomentar el aprendizaje gratis y a descubrir que todos sabemos algo que podemos enseñar e ignoramos algo que podemos aprender.

-Imagino que el voluntariado se aprecia singularmente en Nou Barris.-Sí. Seis de los 10 barrios más pobres de Barcelona están en Nou Barris. Veo a muchos de mis alumnos por la calle recoger cosas de los contenedores. Y otros tantos están bajo amenaza de desahucio. Yo, junto al XIC, formo parte de la plataforma 9 Barris cabrejada diu prou. Creemos que todo esto no es pobreza, sino injusticia.

-¿Cómo se vive el fenómeno de la inmigración en Roquetes?-En el XIC tenemos personas de hasta 22 nacionalidades diferentes. Y organizamos diferentes eventos, por ejemplo, el Festival de Sopes del Món (el próximo 22 de marzo), en el que intercambiamos conocimientos culinarios. O la Fiesta de la Convivencia de mayo, dirigida sobre todo a personas de otros países.