ENTREVISTA

Susana Abaitua: "Mi sueño es poder elegir. Leer los guiones y dejarme llevar"

La actriz vasca, que da vida a Ana Saura en 'Sé quién eres' (T-5) dice que su asignatura pediente es trabajar en catalán. "No se me da mal. Tengo un muy buen acento", dice

TELE SE QUIEN ERES SUSANA ABAITUA

TELE SE QUIEN ERES SUSANA ABAITUA / periodico

INÉS ÁLVAREZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Susana Abaitua (Vitoria, 1990) es pura pasión. Y decisión. Con solo 14 años,  le propuso a un profesor de teatro darle clases de baile si él le daba de interpretación, y a los 16 años se iba a Madrid a probar suerte. Ha trabajado en cinco películas, ocho series y, en cinco, años ha protagonizado 10 obras de teatro. Ahora es Ana Saura en 'Sé quién eres' (Tele 5, lunes, 22.40), serie que podría marcar un antes y un después en su carrera. Su gran meta es poder elegir, pero mientras sueña con trabajar en Francia y hacer teatro en Barcelona. En catalán, por supuesto. Por lo pronto dice que tiene un muy buen acento.

¡Qué giro más radical dio la serie hace un par de semanas! Sí, de 360 grados. Ahora no consiste en dónde está Ana Saura, viva o muerta, y quién es el culpable. Ahora es un juego de los personajes y ver cómo utilizan sus cabezas y todas sus estrategias para salir de la situación en la que se encuentran.

¿Qué la hace diferente? Para mí la esencia es Pau Freixas. Yo no había trabajado con esa intensidad y nivel de conocimiento de los personajes. En el teatro, quizá sí, pero no en la tele, en la que se va más rápido. Pau tenía clarísimo cómo eran los personaje. Y, además, no teníamos una cámara fija, sino una Steadicam que sigue al actor, por lo que está grabada desde el punto de vista que el director elija. 

{"zeta-legacy-image-100":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/9\/1\/1490719601219.jpg","author":"AUTOR FOTO","footer":"La actriz ha protagonizado nueve obras de teatro y un musical."}}¿Qué  cree que  ve en ella el telespectador? El guion siempre te mantiene alerta y te conviertes en una pieza más de la serie: no eres ajeno e intentas resolverlo tú también. Y luego está el misterio de los personajes, que para mí es lo más atractivo.  A mí me pasaría eso como telespectadora, vamos.

De hecho, les pasó a los actores... Sí. Leíamos los guiones sin saber lo que iba a ocurrir y entre nosotros íbamos dando nombres de quién podría ser el culpable. 

¿Se siente como la nueva Laura Palmer, de la mítica 'Twin Peaks'? Eso me dicen. Lo único que sé es que cuando por la calle me piden una foto, la gente dice: «¡He encontrado a Ana Saura!». Eso es gracioso.

¿Con esta serie habrá un antes y un después en su carrera? Ojalá, pero nunca se sabe. Yo soy muy realista. Confío mucho en hacer bien el trabajo y en la serie. Ojalá me salgan cosas, pero hay quien ha ganado un Goya  y está trabajando en un bar... No hay ley para esto. 

Ana Saura era arrogante, seductora... Ahora está desvalida. Sí, tiene millones de caras, pero yo resalto las dos más potentes de ella, las que le llevan a tomar una decisión u otra. Por un lado, tiene ambición, inteligencia, es una 'miniElías' (Elías es su admirado y deseado tío y principal sospechoso de su desaparición). Luego, tiene una 'cara Charry', que se la saca su amiga Charry, que saca cuando quiere dejarlo todo, irse a Tailandia y montar una escuela de surf. Ahora se jugará con esto. ¿Quién tira más: la Ana desesperada que debe salir y no puede más o la Ana inteligente que tiene que serlo para salir? 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Cuando por la calle\u00a0","text":"\"Cuando por la calle\u00a0me piden una foto, la gente\u00a0dice: '\u00a1He encontrado a a Ana Saura!' Es gracioso\""}}Como buena actriz, ¿usted también tiene muchas caras? Sí, partiendo de la base de que las mujeres, por las hormonas, cada mes mutamos mucho... Yo soy una apasionada del trabajo.  Y lo del surf es muy gracioso, porque yo también lo practico.  Soy más diurna que nocturna; me gusta mucho la vida, la gente... y soy hipersensible. 

¿Y qué le llevó a ser actriz? Lo he querido ser desde siempre. Pero en el cole decía que quería estudiar Arte Dramático, porque sonaba menos creído. Entré en la profesión porque he bailado clásico toda mi vida, y, en una escuela de Vitoria, vino un profesor de teatro y le dije: «Te doy clases de baile si tú me las das de interpretación». Con 14 años. Le gustó cómo trabajaba y me presentó a su representante. Había un 'casting' para una película, 'La buena vida', y me cogieron.

Además, es bilingüe. Sí, mis padres son de Bilbao, pero mi abuela paterna es francesa. Yo veraneo y hago surf en Francia y hablo francés con mi padre. Tengo unas ganas de irme a Francia… Esa es mi meta: trabajar allí. Con Xavier Dolan, por ejemplo, que me vuelve loca. Y en España. Eso de cruzar el charco no me llama. Con  tener buenos proyectos y gente como Pau que se cruce en mi camino, ya soy feliz. 

No se ve en Hollywood, vamos. Si me llega un proyecto bonito de allí, encantada. Pero no lo tengo como una meta en plan: voy a aprender inglés para comerme Los Ángeles. De hecho, me cuesta un poco su faranduleo.

Pero no dudó en irse a Madrid. No. Vivo en esa ciudad desde los 16 años. Me fui sola –bueno, a casa de una gente que conocen mis padres–, porque lo tenía clarísimo. Mi madre se aventuró y me dejó ir. Pero cada fin de semana iba a Vitoria.

Sí que tenía las cosas claras. Soy un desastre para muchas cosas, pero no para el trabajo.

{"zeta-legacy-image-100":{"imageSrc":null,"author":null,"footer":null}}Imagino que le habrá  preguntado a Freixas qué vio en usted. ¡Claro!. Se ve que encontró una foto mía navegando por internet y dijo: «Quiero ver a esta chica». Físicamente le encajé. Y me curré mucho la prueba. Salí diciendo: «Quiero hacer este trabajo». Y, además, era en Barcelona, donde está mi mejor amiga, Vicky Luengo ('La Riera', 'Vilafranca'). Le tengo un cariño especial a esa ciudad y su cultura. Trabajar en el teatro de ahí me llama muchísimo. Un día, iba con Vicky por la calle y la reconocieron tres veces por una obra de teatro. Hay algo que te dice que la gente ahí va al teatro... 

¿Anteriormente había visto algo de Freixas? El filme 'Héroes', algunos capítulos de 'Cites' –porque Laia Costa es  amiga mía– y algunos de 'Polseres vermelles'. Ahora esta la veré entera. También por Àlex Monner, compañero de 'Sé quién eres', que la protagonizaba. Ahora yo ya sé también cómo rueda Pau. Al actor le suelen decir: «Ponte en la marca. Cuando digas esta frase, gírate a la derecha y que te caiga una lágrima por el pómulo izquierdo». Pau, no; él hace que todo tenga una verdad que normalmente no existe. Hay a quien le resulta difícil trabajar así, pero a mí cuanta más libertad…

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"Ojal\u00e1 con 'S\u00e9 qui\u00e9n eres'\u00a0","text":"\"Ojal\u00e1 con 'S\u00e9 qui\u00e9n eres'\u00a0me salgan cosas. Pero hay quien ha ganado un Goya y trabaja en un bar\""}}¿Y cómo fue hacerlo en 'Isabel'? En 'Isabel' y en 'Cuéntame...' tuve tan poquito papel... Donde más he tenido ha sido en 'La pecera de Eva', que era de los protagónicos de los alumnos. En 'Isabel', lo que era una pasada era el vestuario. Para dos capítulos, me  hicieron todo el traje a medida. Estaba todo muy cuidado, pero mi personaje, María de Aragón, no tenía gran recorrido. 

¿Guardaba un mal recuerdo de los Reyes Católicos por estudiarlos en el cole? Es que lo del cole lo he olvidado. He aprendido más fuera. No he tenido una buena experiencia de la escuela. Era una niña con hiperactivad y muy creativa, a  la que no podías sentar con 4 años porque se comía las paredes. Yo me aprendía todo de memoria y aprobaba, pero me olvidaba. Sin embargo, ahora tengo el placer de que te toque un personaje como el que hice en 'Isabel' y leerte toda la historia. Ojalá enseñaran en el colegio con un poco de pasión, porque se te quedaría luego.

¿Es entonces 'La pecera de Eva' la serie de la que guarda mejor recuerdo? Sí, le tengo mucho cariño, por ser la primera serie que hice en Madrid, y porque de ahí saqué un círculo de amigos. Toda mi vida de ahora viene de ahí. Aura Garrido, Nacho Montes, Vicky Luengo… Somos 'la generación Pecera', como decimos a veces en broma.

Con su primer filme tuvo premio. Sí, con 'La buena vida', a la mejor actriz revelación. Ahora ruedo en Sevilla 'Viaje alrededor del cuarto de una madre'. Una película muy bonita que dirige Celia Rico, con Lola Dueñas y Anna Castillo.

Lo que no para es de hacer teatro. Lleva 10 obras en cinco años... Es mi vida. Ahí encontré mi sitio. Hasta que llegó Pau, me faltaba algo... La tele está guay, pero no siento lo mismo que en un escenario: el nivel de verdad, el público, estar en riesgo todo el rato… 

También fue llegar al teatro y llevarse un premio. Sí, con 'Naturaleza muerta en la cuneta'.  Es el personaje que más gusta por ahora: una prostituta serbobosnia. Ahí me enamoré del teatro. 

Ha protagonizado el musical 'La llamada'. O sea que también canta. Sí, y es una sorpresa para mí [ríe]. No es algo que antes hubiera puesto en mi currículo. Sus directores, que están muy locos, vieron un vídeo mío de 15 segundos en Instagram haciendo el tonto cantando, y como sabían cómo actuaba y bailaba, pues me llamaron. Canto muy bien, pero me lo tengo que trabajar mucho. 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"En el teatro encontr\u00e9 mi sitio","text":"\"En el teatro encontr\u00e9 mi sitio. Antes de trabajar con Pau Freixas en la tele me faltaba algo\""}}En el teatro ha dado vida a una joven Francisca, personaje de 'El secreto de Puente Viejo'. ¿Se ve en esa serie o una similar? ¿En una diaria? Ahora mismo, no. Estoy haciendo teatro y, tras 'Sé quién eres', necesito probar cosas. Y si me tengo que poner a trabajar en un bar, lo hago. Pero valoro mucho el trabajo de los actores de las series diarias. No es un 'no' rotundo. Si me sale ahora una con un personaje que es la leche, la hago seguro.

Ana Saura tiene ambición y sueños. ¿Cuáles son los suyos? Mi meta sería poder elegir. Poder leer los guiones y dejarme llevar. Donde sea, como si es en China. 

Para trabajar en Catalunya, ¿aprendería catalán? Pues claro. Y no se me da nada mal. Tengo un muy buen acento. De hecho, me encantaría. Tengo pendiente trabajar en esa lengua.