GANADORA DE 'OT' 2017

La 'operación triunfo' de Amaia

La navarra, de 19 años, confiesa que al día siguiente de su triunfo en el concurso de TVE aún está en "estado de 'shock'" y que en su carrera piensa dejarse aconsejar y "experimentar"

TELE FINAL AMAIA ROMERO

TELE FINAL AMAIA ROMERO / periodico

Inés Álvarez

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Felices, no conscientes aún del todo de lo famosos que llegan a ser y tan genuinos como se mostraban en la Academia, así se presentaron los cuatro finalistas de la edición del 2017 de 'OT', Aitana, Miriam, Alfred y Ana Guerra, encabezados por la ganadora, Amaia (aún «en estado de 'shock'») a la rueda de prensa celebrada en el plató del concurso musical al día siguiente de la gran final.

Porque la noche anterior (lunes), el público del concurso de TVE había elegido a quién ocuparía la primera plaza, que se llevó, como se veía venir, Amaia, con un 46% de los votos. Aitana, con el 42%, le siguió muy de cerca, pero quedó segunda; Miriam, escaló sorprendentemente a la tercera posición con el 12%; Alfred, no menos sorprendentemente, se quedó, con un 8%, con la cuarta, y Ana Guerra, con su 7%, se tuvo que conformar, y lo hizo, con la quinta.

La gala había contado con actuaciones de relumbrón: Raphael, que se unió a la actuación grupal con su canción 'Mi gran noche'; Pablo Alborán y su 'Prometo' y la 'casi actuación' de David Bisbal, que, tras producirse un problema con la mesa de sonido, desistió de cantar sus éxitos, aunque regaló un pedacito de 'Mi princesa' a capela.

Un "bombazo"

Tras el visionado en la rueda de prensa de ayer de la interpretación de 'Miedo', de M-Clan al piano, con la que la navarra ponía su broche  de oro final a su paso por OT («me da un poco de vergüenza, porque me equivoqué al piano», confesó la navarra, de 19 años, con su habitual naturalidad), todos se congratularon por los resultados. «'OT' ha sido un bombazo, un exitazo total y la suerte es que lo ha hecho TVE», decía Toni Sevilla, director de Contenidos.

Y lo ilustraba con datos, tras batir récord la final con casi cuatro millones de telespectadores y un 30% de cuota: «No es solo la audiencia, sino los 30 millones de visitas en la aplicación, los más de 375 millones de visualizaciones en Youtube y los más de 85 millones en Canal 24 horas». Cifras mareantes que Aitana, la benjamina (la misma que alucinó en la final porque Pablo Alborán la había llamado por su nombre), intentaba procesar con los ojos como platos. 

Segunda edición

Segunda ediciónTinet Rubira definió esta edición como la «de las incógnitas» «Cuando te planteas descongelar 'OT', piensas si habrá aguantado el paso del tiempo, que TVE no es la misma del 2001...». Y achacó parte del éxito al 'casting', que «repone la inocencia de 'OT' 1», a la vez que aseguró: «Trabajaremos en una segunda edición tanto o mejor que esta». Aunque nadie quiso confirmarlo oficialmente.

Noemí Galera, directora de la Academia, destacó «el amor» que se respiraba en la Academia, y Roberto Leal agradeció por enésima vez que confiaran en él para presentarlo. 

Premio y chupinazo

Pero la estrella era Amaia de España (un sobrenombre que le hace gracia, aunque más bien sea II de España y I de Navarra), quien aseguró  que le produce tanta ilusión haberse ganado la plaza para Eurovisión como el concurso. «Son cosas muy distintas; pero ir al festival con Alfred es muy guay», dijo la navarra del chico que le ha enamorado en la Academia. Asimismo, valora que cuenten con ella para dar el chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona: «Eso sí que no me lo esperaba». 

Lo que no tiene claro aún es por qué género se decantará: «Me dejaré aconsejar por la gente de la que me fío. Y quiero experimentar». Y aunque ya tenía una amplia formación musical, en la Academia ha aprendido «a interpretar las canciones gracias a Los Javis». 

La joven también ha explicado la ilusión que le hace que el FA Osasuna le haya dedicado dos vídeos. « De pequeña, cuando mi hermano jugaba al fútbol, yo pensaba que al fútbol se le llamaba osasuna», dice con candor.

Una inocencia que tendrá que limar: «Hablo y luego pienso, y mis padres, aunque me dicen que sea yo, me riñen y con razón.