con 40 comensales 'vip'

Un día en la cocina de 'Masterchef'

El concurso gastronómico de TVE-1 ofrece hoy una prueba rodada en el restaurante Àbac, de Jordi Cruz

Buenafuente y Sílvia Abril, con uno de los concursantes de 'Masterchef', en la cocina del restaurante Àbac

Buenafuente y Sílvia Abril, con uno de los concursantes de 'Masterchef', en la cocina del restaurante Àbac / periodico

MARISA DE DIOS / BARCELONA

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"En 'Masterchef', siempre intento comportarme como si estuviera en mi cocina. Pero en este caso, y para desgracia de los concursantes, sí que están realmente en mi casa: ellos serán el equipo del Àbac y eso no es sencillo, es todo un reto". Jordi Cruz, uno de los jueces del exitoso 'talent show' gastronómico de TVE-1, se muestra así de exigente el día en que recibe a todo el equipo del programa en su restaurante barcelonés, con dos estrellas Michelin. Se trata del primer exterior que se grabó de la tercera temporada del programa, que la cadena emite hoy. 'Teletodo' estuvo en el rodaje para ver y mostrar cómo se vive entre los fogones de 'Masterchef'.

En la cocina del Àbac no cabe un alfiler. Técnicos, cámaras y redactores ultiman el inicio de una prueba ante la atenta mirada (y los lógicos nervios) de los 15 concursantes seleccionados entre las más de 15.000 personas que se inscribieron para los 'castings', lo que representa un 70% más respecto al año anterior. En este tercer curso hay un exsoldado profesional, una inmigrante que aprendió a cocinar en el servicio doméstico, una exconcejala y hasta un campeón de artes marciales.

Los jueces están muy ilusionados con ellos. "Me gustan sus perfiles", comenta Pepe Rodríguez, mientras Samantha Vallejo-Nágera resalta que "se les ve con mucha cocina". "Ayer hicimos la primera prueba de plató. Era supercomplicada y la pudieron acabar todos. Y estamos en el programa uno así que… ¡no sé qué van a acabar haciendo!", exclama la representante femenina del jurado. "Al final, tendremos que ponerles la zancadilla para que hagan algo mal", ironiza Jordi Cruz.

Desde primera hora de la mañana, el restaurante del chef catalán se ha convertido en un gran plató televisivo con un ajetreo constante. Es normal, ya que el equipo de 'Masterchef' lo forman unas 200 personas, aunque trabajan en dos equipos independientes, uno para la prueba semanal en exteriores (que se rueda durante uno o dos días) y otro para plató. "Es como si hiciéramos dos programas por separado y luego los integráramos", explica Ana Rivas, productora ejecutiva de Shine Iberia, responsable del formato en España.

COCINAR EN EL TEIDE

Para el jurado, hacer los exteriores es el "punto diferencial" que aporta 'Masterchef' respecto a otros programas, según Pepe Rodríguez. "A nosotros nos lo ponen fácil, pero el resto del equipo lo tiene más complicado", señala, teniendo en cuenta que este año cocinarán, por ejemplo, en el pico más alto de España, el Teide, a más de 3.700 metros de altura. Su compañera Samantha, igual que él, disfruta mucho con estas salidas: "Para nosotros también es una aventura porque conocemos gente, sitios, productos...".

 Cada emisión del concurso que ve el telespectador implica una semana de trabajo. "En plató grabamos con nueve cámaras y aquí, en el Àbac, tenemos siete", afirma Rivas en la terraza del restaurante rodeada de cables. "El trabajo de edición es descomunal", añade. Aunque se edita durante el rodaje, cuando se va a la sala, el equipo debe visualizar todo el material grabado (las sesiones suelen ser de unas ocho horas en adelante) y dejarlo en 40 minutos de emisión para cada prueba.

Luego, estas se trufan con las entrevistas individuales a los concursantes, que explican a cámara sus impresiones de la competición gastronómica antes y después de cada prueba. También les preguntan mientras están en directo, en plena competición. "Es importante que el telespectador sepa cómo están viviendo los concursantes esta experiencia", justifica la productora.

Porque durante el tiempo que dura su participación en el programa, los aspirantes a cocineros profesionales viven en un mundo aparte. Encerrados en una casa sin teléfono, ni televisión, ni conexión a internet, y rodeados de libros de cocina, solo tienen tiempo para pensar en recetas, texturas y sabores y experimentar entre los fogones. "Es un máster intensivo –resume Pepe Rodríguez–. Cada momento que tienen libre reciben alguna clase de gastronomía".

 Algunas se las dan ellos, los miembros del jurado, y otras corren a cargo de los profesores del Basque Culinary Center, unas clases que también pueden ver los telespectadores a través de la web del programa de TVE. Sin contar las 'master class' que les imparten los prestigiosos chefs que acuden el plató del programa, y que este año suman más de 75 estrellas Michelin. En esta edición les visitarán afamados maestros como Juan Mari Arzak, los hermanos Roca, Pedro Subijana y Martín Berasategui, entre muchos otros.

PLATOS CON ATÚN

Antes de impresionar a todos estos profesionales en próximas pruebas, los concursantes tienen que ganarse a los comensales famosos que probarán los platos que cocinen en el Àbac. Divididos en dos equipos, deben preparar varios platos con atún rojo para una cuarentena de personalidades de la cultura catalana, que antes han pescado en L’Ametlla de Mar (Tarragona).

 En la lista de 'vips' hay actores, como Candela Peña, Joel Joan, Irene Montalà, Marc y Aina Clotet, Carlos Latre, Silvia Abril, Adrià Collado y los miembros de El Tricicle; deportistas, como Carles Puyol y Gemma Mengual; presentadores, como Andreu Buenafuente y Jordi Hurtado; cantantes, como Mónica Naranjo; diseñadores, como Custo Barcelona, y modelos, como Judit Mascó, Verónica Blume y Vanessa Lorenzo.

"Yo no sé cocinar, soy de hacer cosas sencillas, como pasta y ensaladas, pero me gusta comer", afirma un Puyol expectante antes de acceder a la sala donde degustará (y valorará) las creaciones culinarias de los concursantes. "Está bien que haya programas como estos, que eduquen a comer bien, porque comer es cultura", reflexiona por su parte Marc Clotet.

Mientras ellos van ocupando las mesas del restaurante, la cocina del Àbac trabaja a pleno rendimiento ya que, como suele ocurrir en Masterchef, el tiempo siempre corre demasiado deprisa. "¿No sabéis cómo se pica la cebolla para hacer un atún encebollado? ¡Eso es de Masterchef junior!", alecciona Jordi Cruz a sus pupilos cuando entra a controlar cómo se están desenvolviendo entre los fogones del Àbac. "Jordi suele ser el juez que más impone a los concursantes", comentan entre los miembros del equipo. "Es muy divertido, pero cuando entra en la cocina se transforma", añaden.

Él se justifica: "No es una cuestión de mala leche, sino de tomárselo en serio y tener responsabilidad", expone. "Yo te explicaré las cosas 30 veces si hace falta y no lo has entendido. Pero si sé que lo has entendido y no lo haces bien, eso sí que me saca de quicio", asegura con cara de circunstancias.

ASESORES GASTRONÓMICOS

Sin embargo, aunque las visitas a la cocina de Jordi, Pepe y Samantha se van produciendo de forma intercalada, los jueces no pueden verlo todo. De eso se encargan los asesores gastronómicos del programa, que son los que les desvelan al trío del jurado todo lo que se cuece durante la prueba, como si los equipos van bien de tiempo para desarrollarla o si se han equivocado en alguna elaboración. "Somos tres en exteriores y otros tres en plató", enumera Alejandro Alcántara mientras tiene un ojo puesto en cómo preparan dos concursantes una mayonesa de wasabi.

Formado en restaurantes de Eneko Atxa, Martín Berasategui o Sergi Arola, el chef y sus compañeros tienen entre sus otros cometidos temas técnicos como hacer la compra, impartir clases a los concursantes, controlar el tamaño de las piezas que se cocinarán o estar pendientes de los hornos, principalmente en la versión júnior. Aunque destaca que nunca se han llevado ningún susto con ellos.

La cocina del Àbac no es el único punto donde hay movimiento. En el pasillo, Eva González se prepara para rodar su intervención mientras se quita las cómodas botas invernales que ha calzado toda la mañana y que desentonan con su elegante blusa blanca y su falda de vuelo azul. Las sustituye por unos estilosos y altos zapatos de tacón a juego. "Por la noche, Eva y Samantha pueden acabar odiándome por hacerles llevar tacón durante tantas horas. Pero luego, cuando se ven en pantalla, me vuelven a querer", afirma irónica Montse Nieto, jefa de vestuario.

La estilista asegura que en cada programa tienen unos tres o cuatro cambios de ropa, y que procura que 'Masterchef' "proyecte ganas de inspirarte en el look" de la presentadora o los jueces. En cambio, los concursantes solo van uniformados en las pruebas de equipo, ya que "cada uno puede definir también su personalidad a través de lo que lleva puesto". Eso sí, reconoce que han tenido participantes más y menos coquetos. ¿Los que más? "Maribel, de la primera edición, y Lorena, de la segunda", desvela.

 Últimos retoques de maquillaje y Eva ya está lista. Entra en el salón del Àbac junto al anfitrión del día, Jordi Cruz. Los 40 invitados dejan sus conversaciones y enmudecen. "Nuestros concursantes se enfrentan hoy a su primera experiencia profesional real. Espero que nos digáis si lo que han elaborado os gusta", les indica el chef. Los camareros empiezan a servir el tartar de atún. Después llega el marmitako. Los sabrosos aromas de los platos se van entremezclando en la sala y algunos de los vips aprovechan para echar un ojo en la cocina, como Buenafuente y su pareja, Sílvia Abril. Hoy, a partir de las 22.00 horas, sabremos si el menú ha sido de su gusto.