Ingrid Rubio: «Trabajo quizá de un modo más analítico que Hugo Silva»

-¿Esta es la primera serie de televisión que hace?

-Para toda España, sí. En Catalunya empecé haciendo Secrets de família y luego dos temporadas de Infidels.

-¿Por qué ha tardado tanto en llegar a una serie estatal?

-Se ha dado así.

-¿Cómo enfocó la interpretación de una mujer del siglo XVI?

-Lo que hice fue leerme la novela. La serie es muy fiel a ella, excepto en un par de tramas. Mencía es una mujer de aquella época que, debido a la muerte de su marido, decide tomar su cargo de adelantado. En aquella época esa decisión era una barbaridad. Una mujer que no tiene ni idea de conquistas ni de barcos, ni de nada que no sea ejercer de madre y de buena esposa, tiene que ir aprendiendo poco a poco a negociar con el capitán Salazar (Hugo Silva) y a lidiar constantemente con él.

-Al final acaba siendo una auténtica dama de hierro...

-Sí, porque va cogiendo poco a poco el mando y, aprendiendo a liderar, se transforma en una mujer querida y respetada por toda la expedición.

-¿Ha aprendido de su personaje?

-Sí, valores como no traicionarse y ser consecuente, en un mundo como este, en el que queremos que sea todo inmediato y eficaz.

-¿Y qué tal con Hugo Silva?

-Genial. Ya habíamos trabajado juntos en Que se mueran los feos. Hugo es un amor y es muy fácil trabajar con él. Es todo pasión. Yo quizá trabajo de una forma más analítica.

-¿Qué diferencias ha encontrado entre rodar para cine y para tele?

-Para mí es el mismo trabajo, sea cual sea la ventana por la que se muestre. Es cierto que en cine se le suele dedicar más tiempo, aunque ahora nos lo están poniendo muy difícil, porque todo va mucho más rápido. Pero la tele te da algo maravilloso para un actor, que es la agilidad y la capacidad resolutiva.

-De todos modos, han tenido que esperar mucho más tiempo que en el cine para ver los resultados…

-Es cierto: casi dos años. Pero eso no depende de nosotros porque son intereses. Por lo menos han sabido estrenarla en un momento muy bueno porque emitirla después de El tiempo entre costuras nos puede ayudar.

-¿Qué le pareció esa serie?

-Me ha parecido maravillosa.

-¿Es más fácil ahora el trasvase de actores del cine a la tele al haberse estrechado las diferencias?

-Eso viene ocurriendo desde hace tiempo. Antes eran compartimentos estancos. A un actor lo que le importa es ser una herramienta para contar una historia y hacer soñar. Te da igual cuál sea la ventana.

-Pero por la ventana televisiva te pueden llegar a ver cinco millones de personas…

-También hay que tener en cuenta que la gente no puede ir al cine por el IVA abusivo que tenemos. Se está demostrando que, cuando las entradas se ponen a 3,90 euros, hay colas eternas. Tendría que estar todo más compensado para que pudieran fluir ambos mundos de forma equilibrada. La tele tiene algo muy inmediato, mientras que el cine tiene esa elección que hace el espectador.

-Últimamente ha hecho mucho cine en Latinoamérica…

-Sí, he rodado ya tres películas en Argentina. Aquí no hay mucho trabajo, así que el actor va a coger su maleta y se va a ir donde lo haya. Allí hay ciertas facilidades que aquí no se ven. En países como Colombia existen las coproducciones, que ayudan a levantar muchos proyectos.

-¿Qué opina como catalana de la deriva independentista ?

-Cualquier pueblo tiene derecho a que se le haga una consulta. Si el pueblo de Catalunya quiere esa consulta, debería ser legal poder hacerla. En eso consiste la libertad.

-¿Qué votaría en esa consulta?

-Eso es personal.