Adiós, hombres del tiempo

JUAN FERNÁNDEZ

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Víctimas también de la plaga de prejubilaciones de RTVE, este año dejarán de visitar nuestro cuarto de estar dos rostros familiares y cotidianos como el panadero de la esquina. Paco Montesdeoca, que ya se ha dado de baja, y José Antonio Maldonado, que se despedirá a finales de año, dicen adiós a varias décadas de anticiclones y vientos fuertes rolando a muy fuertes. Los dos hombres del tiempo más longevos de la tele desaparecen de nuestras pantallas y con ellos no solo se va una forma de dar el parte meteorológico, sino una manera personal y entrañable de aproximarnos a este electrodoméstico. Ambos pertenecen a nuestras vidas desde la era en la que solo nos alimentábamos de dos canales y sus voces eran la única pista que teníamos para anticipar el tiempo de mañana, aunque en esa época los frecuentes errores del parte hubiera que incluirlos también en la previsión, y a ellos le tocara cargar con la culpa. Montesdeoca, con su simpatía canaria, y Maldonado, con su sobriedad sevillana, son el eslabón que une los actuales espacios del tiempo, ultra tecnificados y virtuales, con los legendarios boletines en blanco y negro de Mariano Medina, aquel hombre bajo y respetable que enseñó a este país los rudimentos del clima apuntando con una vara sobre una cartulina poblada de soles de pegatina. Eran otros tiempos, otra tele, otro país. Incluso otro clima.

Paco y José Antonio han conservado hasta nuestros días parte del espíritu de aquella forma mítica y asombrada de mirar al cielo y escuchar el parte, aunque ellos mismos también fueron quienes nos mostraron las primeras fotos del Meteosat y aprendieron antes que nadie a señalar por dónde soplaba la Tramontana, indicando con el dedo en un mapa imaginario sobre un croma mudo. Hoy la información meteorológica es tan generosa en virguerías técnicas como escasa en personalidad. Aunque en estos años algunos nombres alcanzaron perfil propio (Minerva Piquero y su aire zascandil, Mario Picazo y su sonrisa de galán, Roberto Brasero y su dramaturgia sobreactuada), en los minutos del tiempo hoy predomina un carrusel de rostros jóvenes, itinerantes, cuya fugacidad impide cogerles cariño. No hay estilo, solo datos. Paco y José Antonio, que el buen tiempo os acompañe. Se os echará de menos.

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