INCIDENTES EN UNA LOCALIDAD ALMERIENSE

Calma tensa en Roquetas de Mar tras los disturbios por un homicidio

El fuerte dispositivo policial frena los intentos de venganza de subsaharianos tras el asesinato de un compatriota

JULIA CAMACHO / ALMERÍA

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{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Una zona\u00a0conflictiva","text":"Resultado: la inactividad provoc\u00f3 que los\u00a0barrios se convirtieran en un foco de\u00a0droga\u00a0y\u00a0delincuencia, y los nativos roqueteros buscaban la m\u00ednima oportunidad para marcharse. Tambi\u00e9n los inmigrantes m\u00e1s afortunados, aquellos que lograron papeles y un sueldo decente. Por sus calles los vecinos niegan problemas de racismo, pero el\u00a0m\u00ednimo incidente destapa la espita de la dif\u00edcil\u00a0convivencia, y unos colectivos y otros se reprochan mutuamente ser minusvalorados por los servicios p\u00fablicos, usando las revueltas como una especie de catarsis de sus sue\u00f1os frustrados"}}

La mañana de este sábado ha sido tranquila aunque muy tensa en Roquetas de Mar, la población almeriense donde durante la jornada del viernes numerosos subsaharianos prendieron fuego a contenedores y provocaron altercados para tratar de vengar la muerte de un compatriota a manos de una persona de etnia gitana en una riña de tráfico.

La Guardia Civil ha distribuido por la zona a más de medio centenar de agentes antidisturbios llegados incluso de Sevilla y Valencia para velar por la seguridad y evitar que se reproduzcan nuevos altercados, ya que los subsaharianos reclaman la detención del presunto agresor y sus compañeros.

Desde la Delegación del Gobierno han confirmado que a primera hora de la tarde del sábado aún no había detenidos, y una de las hipótesis que barajan los investigadores es que, tras el apuñalamiento, el autor de la agresión ha huido junto con sus amigos a otra provincia para intentar esconderse.

El alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat (PP), ha asegurado que los hechos "no responden a un problema de integración" y los ha calificado de "aislados", si bien ha habido con anterioridad en el municipio varios episodios parecidos.

Los problemas comenzaron en la madrugada del día de Navidad, cuando fue localizado el cuerpo sin vida de un hombre de 41 años, identificado como A. M. y natural de Guinea Bissau, que residía en La Mojonera, a escasos kilómetros de Roquetas.

Al parecer, la víctima circulaba por la carretera que une ambas localidades cuando se encontró con un coche parado y un grupo de personas de etnia gitana que celebraban la Nochebuena en plena calle e impedían el paso. El hombre bajó de su coche para hablar con ellos y pedir que le dejaran pasar, pero se inició una fuerte discusión con el grupo en el transcurso de la cual fue apuñalado en el abdomen por una de las personas. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por su vida y falleció en el mismo lugar.

Los disturbios comenzaron en ese mismo punto mientras se levantaba el cadáver, según fuentes del caso, ya que los compatriotas del fallecido se fueron acercando hasta allí para pedir justicia y la detención de los agresores.

Durante la jornada, un grupo de hasta 300 inmigrantes clamó justicia y se apuntó a la autoría por parte de miembros de un clan conocido de la localidad y que podían estar escondidos en un bloque de viviendas del barrio Cortijos de Marín, hacía donde se dirigió la protesta. Hubo incluso quien intentó conseguir combustible en una gasolinera cercana para prender fuego al inmueble.

Aunque no lograron su objetivo a causa del dispositivo policial, sobre las ocho de la tarde del viernes los ánimos se desbordaron y algunos levantaron barricadas en las calles con contenedores y otro mobiliario urbano en llamas, y lanzaron botellas y piedras e incluso cócteles molotov, que causaron heridas leves a tres agentes que cargaban contra ellos y en las lunas de los coches patrulla. Al filo de la medianoche, los agentes habían conseguido dispersar a los alborotadores y mantener la calma en una zona que apenas tres días antes vivía concentraciones pero de alegría para festejar que en la localidad se había vendido íntegramente el gordo de Navidad.

Hace ocho años también se registraron disturbios en Roquetas de Mar, en el barrio de las 200 Viviendas, tras la muerte violenta de un senegalés a manos de un vecino de ese barrio. Los disturbios se prolongaron tras el arresto de los presuntos responsables y posteriormente, tres meses después, hubo otra oleada de incidentes en la cercana localidad de La Mojonera.