EN UNA IGLESIA DE MADRID

El asesino de la mujer embarazada tenía orden de alejamiento de su mujer encinta

Los médicos han salvado la vida del bebé tras practicarle a la víctima, ya fallecida, una cesárea de urgencia

Los servicios de emergencias retiran el cadáver de la mujer embarazada, anoche, en la parroquia de Santa María del Pinar, en Madrid.

Los servicios de emergencias retiran el cadáver de la mujer embarazada, anoche, en la parroquia de Santa María del Pinar, en Madrid. / periodico

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El hombre que disparó la noche del jueves en una iglesia de Madrid a dos mujeres, una de las cuales estaba embarazada y falleció, tenía una orden de alejamiento de su expareja, que también está encinta y en las últimas semanas de gestación, han fuentes de la investigación.

El agresor, Iván Berral Cid, de 34 años, era madrileño y tenía antecedentes por malos tratos en el ámbito familiar, narcotráfico, resistencia y atentado a la autoridad, lesiones y amenazas. El hombre vivía habitualmente en la calle y solía dormir en los albergues para personas sin hogar. El juez ha decretado el secreto de sumario, pero al parecer no tenía ninguna relación con sus víctimas.

Berral se quitó la vida con la misma arma que utilizó para agredir a las dos mujeres, un arma corta de fogueo manipulada para que pudiera hacer fuego real..  

La víctima fue atendida en el lugar de los hechos por los médicos que, tras intentar reanimarla sin éxito, le practicaron una cesárea de urgencia para salvar la vida al bebé. La otra mujer está ya fuera de peligro.

La fallecida era natural del municipio pontevedrés de Fornelos de Montes, en concreto, de la parroquia de Ventín, donde reside su familia, según ha confirmado el alcalde de esta localidad, Emiliano Lage. La mujer, de 36 años y que este sábado salía de cuentas, había vivido en Ventín hasta que se trasladó a Madrid por motivos laborales --era empleada de una sucursal de Novacaixagalicia--.

Herida de bala en la cabeza

Los hechos ocurrieron sobre las 20.00 horas del jueves en el interior de la parroquia Santa María del Pinar, en el número 7 la calle del Jazmín, instantes antes de que empezara la misa. El cura que iba a oficiar la misa se retrasó un poco para lavarse las manos y entonces se produjo el tiroteo, según ha explicado el párroco de la iglesia, Manuel Polo, que se encontraba en ese momento celebrando una eucaristía en otro lugar.

Cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar vieron que la víctima, una mujer de 36 años, embarazada y que iba a salir de cuentas este sábado, presentaba una herida de bala en la cabeza y estaba en parada cardiorrespiratoria. Tras intentar reanimarla sin éxito, los médicos decieron actuar de urgencia y practicar, en el mismo lugar de los hechos, una cesárea para extraer al feto y salvarle la vida.

"Una decisión de un segundo"

La jefa de guardia del Samur, Ceferina Cuesta, fue quien practicó la cesárea. "Fue una decisión de un segundo. Ya que por la madre no se ha podido hacer nada tienes que apostar por la vida de ese niño", ha explicado este viernes. La intervención fue muy rápida: "Coger el bisturí, abrir y sacar al niño cuanto antes", ha apuntado. El bebé nació en parada cardiaca, por lo que tuvo que ser reanimado y no se descarta que pueda presentar secuelas neurológicas. El pequeño está ingresado en estado grave en el Hospital La Paz, que no informará de su estado por expreso deseo de la familia.

La otra víctima, una mujer de 52 años, tiene una herida de bala en el tórax y fue trasladada en estado grave, pero consciente, al mismo centro sanitario.

Disparos aleatorios

Psicólogos del Samur-Protección Civil atendieron a familiares de las víctimas, entre ellos al marido de la fallecida, y a algunos feligreses que presenciaron la trágica escena, por crisis de ansiedad.

El Grupo V de Homicidios, que se encarga de la investigación, ha descartado que hubiese relación familiar entre el supuesto autor de los hechos y la mujer embarazada fallecida. Según algunos testigos, el hombre irrumpió en la iglesia e inmediatamente empezó a disparar sin objetivo concreto. Los disparos alcanzaron a la mujer embarazada, que estaba sentada en los últimos bancos del templo, y a una mujer mayor que se encontraba en los bancos centrales.

"El hombre ha entrado y ha disparado a boleo. Luego se ha acercado a la mujer más mayor y también le ha disparado, sin decir ni una palabra y sin motivo aparente", ha indicado un feligrés.