Sacudida en el sistema educativo

Wert impone su ofensiva contra el catalán sin cambiar ni una coma

Pancarta a favor del catalán desplegada ayer ante el ministerio, antes de la entrega de 144.000 firmas.

Pancarta a favor del catalán desplegada ayer ante el ministerio, antes de la entrega de 144.000 firmas.

ANTONIO M. YAGÜE / MADRID
MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

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«Wert no ha cedido «ni un punto ni una coma en su reforma educativa». «No hemos conseguido nada». La secretaria general de Ensenyament, Maria Jesús Mier, se mostró ayer así de desanimada y así de tajante al final de la Conferencia Sectorial de Educación, donde sustituyó a laconselleraen funciones, Irene Rigau, y en la que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, impuso su rodillo con el respaldo de los 12 consejeros de PP para liquidar el debate autonómico sobre el borrador de la ley orgánica de mejora de la calidad educativa (LOMCE). El anteproyecto, que según la Generalitat sale del laboratorio ideológico del PP, pasará ahora al Consejo de Estado, antes de ser presentado a las Cortes para su aprobación definitiva.

Pero pese a que Wert parece haberse salido con la suya, el conflicto sobre las lenguas cooficiales, la recuperación de las reválidas y la alternativa a la asignatura de religión siguen siendo los principales puntos de desencuentro con Catalunya, País Vasco, Andalucía, Asturias y Canarias, las comunidades que ayer pidieron la retirada del proyecto. La Generalitat sigue considerando «inaceptables» la imposición del uso del castellano como lengua vehicular y otras invasiones de competencias en materia curricular.

Por activa y pasiva, antes y después de la reunión, lasustitutade Rigau subrayó que el tema del catalán es «innegociable», reiteró que se trata de una postura «de país» y recordó que la voluntad política, el Estatut y la ley de educación de Catalunya (LEC) blindan la inmersión lingüística en las aulas. No obstante, aseguró que sigue abierta la puerta al diálogo cara a la presentación de enmiendas al texto cuando el anteproyecto inicie el trámite parlamentario.

LA AUSENCIA DE RIGAU / Aunque oficialmente la excusa fue participar en el acto de rúbrica del pacto entre CiU y ERC, lo cierto es que laconselleraRigau había decidido no viajar a Madrid ya unas horas antes. Fue después de una reunión con «altos representantes del ministerio», que se desplazaron el martes a Barcelona para tratar de acercar posiciones con la Generalitat. El encuentro, que una vez más terminó sin acuerdo, fue según algunas fuentes «largo y muy técnico». No es demasiado suponer que los negociadores ministeriales y los de la Generalitat volvieron a intercambiar informes jurídicos, como se comprometieron a hacer Wert y Rigau, pero que cada delegación se mantuvo en sus trece.

De hecho, ayer la número dos de Ensenyament -que fue la última en hablar ante los medios de comunicación, tras varias conversaciones telefónicas urgentes- explicó que había dejado sobre la mesa de Wert un nuevo informe jurídico que asegura que la reforma impulsada por el Gobierno central tampoco cumple con la doctrina del Tribunal Constitucional y del Estatut.

Si en los despachos el desacuerdo se expresa en forma de informe, en la calle el rechazo a la LOMCE ha tomado distintas vías. Desde la protesta, como la que ayer organizó el colectivo Som Escola ante la delegación del Gobierno en Barcelona, hasta la recogida de firmas a través de las redes sociales, como las 144.000 que en dos semanas ha logrado el informático Oriol Franch y que ayer fueron registradas en el ministerio.

PRESUNTO MALENTENDIDO / La intención de Wert, explicó él mismo en una larga y enciclopédica comparecencia, es seguir adelante con el texto, aunque puede admitir más cambios. Wert abrió la puerta a la propuesta de la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, del cambio de denominación de «asignatura de especialidad» de la lengua cooficial por otra más apropiada y apuntó que resolverá de forma «satisfactoria» la polémica por el hecho de que las lenguas cooficiales no sigan consideradas como troncales. Explicó que su evaluación y peso horario equivaldrán a los del castellano, de modo que «materialmente funcionarán como asignatura troncal».

El ministro volvió a achacar a una «mala interpretación» de los tipos de asignaturas previstos en la reforma -troncales, de especialidad y específicas- la «confusión» sobre las lenguas cooficiales. «Vamos a mejorar técnicamente lo susceptible de oscuridad conceptual», proclamó Wert, al tiempo que aseguró que Catalunya «no ha querido colaborar» en encontrar una fórmula que garantizara la presencia del castellano como lengua vehicular junto al catalán. «Nadie ha puesto en cuestión la condición del catalán como lengua vehicular, pero sí que esta sea la lengua única y exclusiva», apostilló.