La política policial catalana

Puig pide perdón...

El 'conseller' explica que presentó dos veces la dimisión a Mas e insiste en que los Mossos no hirieron a Quintana

David Fernández, diputado de la CUP, toma notas mientras Puig da explicaciones a la prensa.

David Fernández, diputado de la CUP, toma notas mientras Puig da explicaciones a la prensa.

ANTONIO BAQUERO

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Felip Puig ha bajado el bate. Y no solo porque haya tenido que pedir perdón «al Parlament y a la sociedad» por su gestión de lo sucedido el 14-N, cuando Ester Quintana sufrió una mutilación ocular, sino, sobre todo, porque la estrategia de dureza policial por la que ha apostado ha acabado por volverse en su contra, acorralándolo tanto que se ha visto forzado a destituir al jefe de los antidisturbios, el comisario Sergi Pla, el mando policial que más peso había ganado a su sombra y al que el político brindó respaldo, aplausos y refuerzos.

Ayer, elconsellerde Interior acudió al Parlament a presentar a los partidos políticos el que en teoría debería ser el informe definitivo sobre lo ocurrido aquella noche. Desde Interior se explicó que se habíaexprimidoa los agentes que participaron en el dispositivo para que el texto incluyera todo lo ocurrido en aquellas horas: disparos, tiempos, trayectorias.

TODA LA INFORMACIÓN / La intención era recopilar toda la información y evitar que elconsellerquedara de nuevo en evidencia, tal y como sucedió cuando un vídeo, primero, y un informe de los Mossos cuya existencia reveló EL PERIÓDICO, después, desmintieron la afirmación que hizo en el Parlament, el 3 de diciembre, de que los Mossos no dispararon ningún proyectil antidisturbios en el paseo de Gràcia y alrededores.

Elconsellermantuvo su tesis de que no fueron los Mossos los que causaron la herida a Quintana. «De la información que tenemos no se puede desprender que la lesión de Quintana haya sido causada por una acción de los Mossos», dijo Puig.

«Lamento profundamente la tragedia que está viviendo la señora Quintana y les aseguro que soy la persona más interesada en que se descubra qué le produjo esa lesión», explicó elconseller.

Puig proporcionó a los diputados que asistieron a la reunión tres folios grapados. En uno aparecía un plano, denominado como Sector Norte, de la zona de paseo de Gràcia, entre la calle de la Diputació y plaza de Catalunya, el área donde Quintana perdió el ojo y donde Puig dijo que no hubo ningún disparo.

CUESTIONADO POR OTRO VÍDEO / En el mapa constaban siete disparos de los Mossos: uno en la confluencia de paseo de Gràcia y ronda de Sant Pere; otro en paseo de Gràcia a la altura de la bolsa; dos en la confluencia de Casp con Pau Claris, y otros dos en el cruce entre Casp y Roger de Llúria. En los otros dos folios figuraba el mapa de los disparos en la zona de Via Laietana y una relación de todos los disparos efectuados. Elconseller informó de que los Mossos dispararon en total 62 proyectiles viscoelásticos y 640 salvas. Ninguna pelota de goma. Sin embargo, un vídeo difundido anoche por 15MBCN.TV registra supuestamente un disparo de un proyectil viscoelástico no consignado por Puig, en ronda de Sant Pere con paseo de Gràcia.

Además del informe, y del proyecto de poner cámaras y GPS en las escopetas de los antidisturbios para saber dónde están en cada momento, Puig llevaba la cabeza del comisario Pla, el jefe de los antidisturbios y el eslabón en la cadena de mando donde se decidió no elevar el informe hecho el 21 de noviembre en el que ya se recogían disparos en la zona donde Quintana perdió el ojo.

Para evitar una humillación que tensara aún más la relación entre los Mossos y elconseller, el cese se presentó como una dimisión. Puig explicó la decisión de Pla de no elevar el informe señalando que este comisario «se había focalizado en exceso en el caso de Quintana, y como en el informe no aparecía información relativa a ella decidió no elevarlo». «Vio el árbol y no el bosque», añadió.

En el capítulo de su comparecencia dedicado al mea culpa, Puig incluyó la asunción de responsabilidades por el daño que toda esta polémica ha causado a la imagen de la policía autonómica. «Yo soy el responsable último de una situación que ha generado una duda sobre la actuación de los Mossos», explicó elconseller. Por eso, dijo, acudió a «pedir perdón al Parlament y a la sociedad» por haber asegurado en la Cámara catalana el 3 de noviembre que no se disparó donde sí se hizo.

Eso sí, insistió en que no mintió. «No falté a la verdad, no mentí y no di información incorrecta, pero sí di una información incompleta», argumentó elconseller, que contó que por dos veces había puesto su cargo a disposición delpresidentde la Generalitat, Artur Mas. «Evidentemente la ha rechazado», dijo, y dejó entrever pocas ganas de seguir en el cargo. «Lo que yo siento hoy no cuenta. Aunque es cierto que quizá dentro de dos días sienta otra cosa».

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