Iniciativa pionera

Un promotor de Valencia cede pisos a desahuciados por 50 euros al mes

Isabel Fernández, a la puerta del piso que la fundación del promotor Antonio Gimeno le ha alquilado por 50 euros al mes en la localidad valenciana de L'Alcúdia, ayer.

Isabel Fernández, a la puerta del piso que la fundación del promotor Antonio Gimeno le ha alquilado por 50 euros al mes en la localidad valenciana de L'Alcúdia, ayer.

LAURA L. DAVID
L'ALCÚDIA

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«Sonrío porque estoy dentro de mi casa». Isabel Fernández sujeta la puerta, exhibe sonrisa e invita a pasar. Excitadísima, no para de hablar ni un minuto, y no es para menos: ella y su familia -su marido y sus tres hijos de cinco, 11 y 18 años- son los primeros inquilinos de una de las 25 viviendas cedidas por una promotora en régimen de alquiler social para afectados por los desahucios en L'Alcúdia (Valencia).

Esta leonesa llegó a L'Alcúdia buscando trabajo, después de tres años en Figueres (Alt Empordà) como limpiadora, porque en su tierra, cuenta, «para las mujeres no hay trabajo y para los hombres, solo hay mina». Isabel perdió su casa hace medio año al no poder pagar la cuota de su hipoteca, 570 euros que debía afrontar solamente con los 900 euros que cobra por su empleo como barrendera en el Ayuntamiento. Su marido, que trabajaba en la construcción, ya ha agotado todos los subsidios. Su hijo mayor también está en paro; los menores, dice, «llevan ropa prestada de las vecinas».

90 METROS CUADRADOS / Pero ahora, tras medio año de alquiler «en el edificio más viejo del pueblo», Isabel y su familia pagarán 50 euros al mes por vivir en un luminoso piso de 90 m2 tres habitaciones, dos baños completos, cocina equipada, salón, armarios empotrados y ascensor.

La idea surgió del promotor madrileño Antonio Gimeno, al que Isabel no dejaba ayer de agradecer su gesto porque por fin le ha dado «la oportunidad de dormir tranquila». La empresa de Gimeno lleva desde el 2003 construyendo edificios en régimen de protección oficial en L'Alcúdia. Además, levantó la promoción de renta libre en la que vivirá Isabel, acabada hace dos años y que sigue por estrenar. Nadie puede comprar hoy unos pisos valorados inicialmente en 110.000 euros. Más aún: durante este tiempo vacíos, algunas de las cocinas de los pisos superiores han sido saqueadas.

Gimeno se dio cuenta de que vender a ese precio sería imposible y que mantener los pisos deshabitados, pagando los gastos del edificio al tiempo que se deterioraban, insostenible. «Si los quisiera vender ahora, la gente no podría pagarme más de 30.000 euros y aun así solo venderíamos tres o cuatro, porque no hay mercado suficiente», explica el promotor, que cuenta que vio la vida de otra manera cuando superó un cáncer. Entonces decidió hacer lo posible para remediar el problema «de las casas sin gente y la gente sin casas».

Para ello, su promotora ha cedido el uso social de las viviendas por un periodo de 10 años a la Fundación Toda Ayuda -de la que Gimeno es también presidente-, que será la que las arriende. Como fundación, Toda Ayuda cuenta con una bonificación del 95% del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), un ahorro que supondrá unos 15.000 euros anuales, según cálculos del alcalde de L'Alcúdia, Robert Martínez. Pasados estos 10 años, los pisos se pondrán a la venta, pensando en sus inquilinos como primeros compradores. El dinero revertirá en el Banco Sabadell CAM, que financió la promoción y apoya a la fundación, y los beneficios resultantes de la transacción deberán, según Gimeno, «destinarse a obra social».

Los requisitos para optar al contrato de alquiler social, que se plantea como una medida «transitoria», son residir en L'Alcúdia y haber sido desahuciado por impago de la hipoteca de la primera y única vivienda como máximo dos años atrás.

NAVIDAD EN CASA / Según Martínez, los contratos se firmarán el próximo día 17 para que «las familias ya puedan celebrar allí la Navidad». Pero hasta el día de la firma queda mucho trabajo por hacer. La buena noticia ha corrido como la pólvora y los servicios sociales municipales que gestionan los trámites están «desbordados» atendiendo consultas de vecinos y centenares de llamadas desde toda España. «He contestado a muchísimos correos, de todas partes, explicando que solo es para gente de L'Alcúdia que cumpla los requisitos, pero ojalá sirva la experiencia para que esto se implante en otros sitios», dice Martínez. La fundación también ha recibido nuevas propuestas por parte de otros ayuntamientos y promotoras.

De momento, unas 10 familias de L'Alcúdia cumplen las condiciones para acogerse a este alquiler social. Madres solas con hijos, familias de inmigrantes, parejas viviendo de la prestación social o que ya se han quedado sin ella.