Ojos para el diagnóstico

Un científico, Hans Supèr; y un ingeniero industrial, consultor y emprendedor, Laszlo Bax. Ambos son holandeses y afincados en Barcelona desde hace casi una década. Hace unas semanas estos dos emprendedores constituyeron la sociedad Braingaze para desarrollar la idea de Supèr, doctor en neurobiología y responsable del grupo de investigación de visión y control

(www.visca.cat) en el Departamento de Psicología Básica de la Facultad de Psicología de la Universitat de Barcelona (UB).

En esencia, el proyecto surgido de la Universitat de Barcelona y de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA), consiste en un programa informático de seguimiento ocular (eye tracking) que permite diagnosticar problemas relacionados con la atención y la percepción, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

«Existe un movimiento reflejo de los ojos, casi imperceptible, que realizan quienes no padecen TDAH y no quienes lo padecen o lo hacen mucho menos», explica

Supèr. Todo ello ha permitido patentar un biomarcador «que no existe en todo el mundo» y aportar una método de diagnóstico diferente al que se emplea en la actualidad y que se basa en preguntas del psicólogo y respuestas del paciente, añade este especialista.

Los sistemas actuales «no tienen manera de identificar qué es lo que capta la atención de la persona que mira». Su biomarcador no es invasivo, pero sí preciso y rápido (en minutos) y se puede integrar en los dispositivos de seguimiento de los ojos que ya existen. Braingaze colabora  con el Hospital Sant Joan de Déu i el Consorci Sanitari del Maresme. De hecho, las conclusiones sobre el diagnóstico de TDAH se constataron en un estudio realizado en el hospital de Mataró (Maresme) realizado con niños y adultos.

Supèr se trasladó a Barcelona en el 2005, donde se convirtió en investigador del ICREA. Cinco años más tarde se integró en el Institute for Brain, Cognition and Behaviour, de la UB. Ha publicado trabajos en revistas prestigiosas especializadas como Science o Nature Neuroscience, entre otras. Este doctor en neurobiología descubrió los principios neuronales básicos que existen tras la percepción visual y el rol de los pequeños movimientos del ojo en la atención visual. Tiene patentada la técnica en la que se basa Braingaze.

Bax, socio fundador de Bax & Willems Consulting Venturing, que es quien aporta conocimientos empresariales, afirma que ya están buscando aliados entre los grandes productores de Eye tracking (seguimiento de los ojos) existentes en el mercado. Los principales proveedores son la sueca Tobii, la alemana SensoMotoric Instruments y la estadounidense Biobehavioral Diagnostic. Además tienen en mente ampliar las aplicaciones de su tecnología, como la interacción de las personas antes la web o la optimización de la comunicación, lo que ofrece mucho potencial.

En la actualidad, empiezan a buscar recursos para fortalecer su proyecto. Su objetivo es obtener unos 750.000 euros en un plazo de tres a cuatro años, el periodo que han establecido para alcanzar la rentabilidad. De todas formas «un paso inicial podría ser una inyección de 75.000 euros, lo que permitiría tener un producto en el mercado». Los planes para la empresa «son ambiciosos, pero a la vez realistas», asegura Bax.

Los potenciales clientes son clínicas, hospitales, psicólogos con su propia consulta, aunque otra vertiente a explotar son las aseguradoras sanitarias, afirman. Al entender de Bax, «la idea tiene mucho recorrido. Además de aplicaciones como el diagnóstico también se puede hacer seguimiento posterior del paciente». Y además se pueden ampliar las utilidades.

A lo largo de dos años, la Fundació Bosch i Gimpera, de la Universidad de Barcelona, ha acompañado a los dos emprendedores en la fase de la definición de la idea de negocio, la evaluación de la estrategia de patentabilidad y la negociación del contrato de transferencia tecnológica que han sellado con la UB. Esta universidad precisamente ha entrado en el accionariado de Braingaze, a través de Cultura Innovadora i Científica (CIC-UB), como ya ha hecho con otras firmas recién nacidas para apoyarlas en sus inicios.