GRAVES ALTERCADOS EN EL BARRIO DE SANT JOAN

El huido de Figueres se entrega tras dos días de cerco policial

Mossos d'Esquadra en el barrio de Sant Joan de Figueres, ,este miércoles.

Mossos d'Esquadra en el barrio de Sant Joan de Figueres, ,este miércoles. / periodico

GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA

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El presunto ladrón que la madrugada del miércoles huyó de los Mossos d’Esquadra gracias a la ayuda de vecinos y familiares del barrio de Sant Joan de Figueres se personó la noche de este jueves voluntariamente en el juzgado número 2 de la población. El juez decretó su puesta en libertad con cargos. Su madre y su cuñado también fueron acusados de haber participado en la paliza a dos mossos para liberar al conocido como 'el chino'. También fueron puestos en libertad con cargos. La agresión a los policías supuso el cerco policial del barrio durante dos días.

APALEADO

Dos agentes de los Mossos d’Esquadra sufrieron una paliza por parte de una turba de vecinos del barrio mientras trataban de evitar la fuga de el Chino, como presunto autor de un robo. El policía que se llevó la peor parte recibió un mordisco en el brazo, una patada en los testículos, arañazos en la cara y numerosos golpes en el resto del cuerpo. La agresión activó una amplia respuesta policial para localizar al huido. Los hechos se iniciaron el martes, a última hora de la tarde, cuando los dos policías recibieron el encargo de acudir a la zona para evitar un robo que un hombre estaba cometiendo en el interior de una furgoneta. Los mossos, según fuentes policiales, sorprendieron al presunto ladrón poco después, en el interior de su domicilio, cerca de donde se había cometido el delito, con una caja de herramientas que acababa de llevarse del vehículo. Procedieron a su detención, en presencia de su mujer, y lograron introducirlo en el asiento trasero del coche. Lo hicieron entre los gritos de la mujer y del sospechoso, que convocaron a un grupo de personas dispuestas a impedir el arresto.

LA HUIDA

Desde el interior del coche, el hombre rompió uno de los cristales laterales y logró salir de nuevo al exterior del vehículo. Uno de los policías saltó encima de él para impedir su fuga. Entonces tuvo lugar la paliza. Los golpes que recibió el agente lograron que lo soltara y tanto el ladrón como su mujer pudieron huir.

Los Mossos, tras la agresión, activaron unidades del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) de Girona y de la Brigada Móvil (Brimo) del complejo central Egara. Ambas dotaciones, equipadas con equipos antitrauma y formación para actuar como antidisturbios, blindaron el barrio, que ya ha sido sede en el pasado de episodios similares.

ACUSACIONES

Los dos agentes heridos pudieron identificar a un hombre de 35 años, de nombre Celestino, y a una mujer de 60 años, madre del presunto ladrón, que fueron arrestados como participantes en la agresión. Posteriormente fueron puestos en libertad con cargos (atentado contra agente de la autoridad e impedir la detención de un sospechoso). Sobre Celestino, además, pesa el delito de lesiones contra el mosso.

El primer teniente de alcalde, Pere Casellas, en declaraciones a la ACN, defendió el dispositivo policial que cortaba la calle del Doctor Fleming y explicó que el presunto ladrón es una persona «toxicómana» y que por este motivo está «sobreprotegida» por parte de sus familiares.

SOLIDARIDAD POLICIAL

El secretario general del Sindicat de Mossos d’Esquadra (SME), Toni Castejón, no dudó en calificar de «paliza» la agresión sufrida por el mosso y aplaudió el envío de dotaciones de orden público para proteger la tarea de los agentes. Por su parte, el sindicato Uspac criticó a los integrantes de esta «comunidad gitana» porque su violenta reacción contra agentes de los Mossos constituye unos hechos «muy graves».