La gestión de la movilidad

Los camiones pagarán peaje en el Eix Transversal desdoblado en el 2013

Varios vehículos, entre ellos diversos camiones, circulan por un Eix Transversal con las obras de desdoblamiento ya prácticamente listas a la altura de Vic (Osona), el martes pasado.

Varios vehículos, entre ellos diversos camiones, circulan por un Eix Transversal con las obras de desdoblamiento ya prácticamente listas a la altura de Vic (Osona), el martes pasado.

CRISTINA BUESA
BARCELONA

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En junio, el día que se anunció que el desdoblamiento del Eix Transversal estaría acabado en enero del 2013, antes de lo previsto, al conseller de Territori i Sostenibilitat, Lluís Recoder, se le escapó alguna pista sobre sus intenciones. Y ahora, consciente de que, una vez convertida en autovía, la C-25 será aún más atractiva para los camiones de tránsito internacional, la Generalitat no va a dejar escapar una doble oportunidad. La primera, aprovechar para implantar el cobro de peaje a unos transportistas que ya pagan en muchos países de Europa por las infraestructuras viarias. El peaje se implantará en el 2013, tras el preceptivo informe a la UE y se prevé que reporte cinco millones anuales. La segunda, predicar con el ejemplo ante Fomento.

Este peaje es la poco conocida pero muy cacareada euroviñeta. Los expertos en transporte, procedan del ámbito universitario, de clubes de conductores o de las concesionarias de autopistas, son unánimes a la hora de reclamar su aplicación. Sostienen que, siguiendo el criterio de la UE, debe pagar por una carretera quien la usa. En las últimas semanas, durante la campaña electoral y después como arma de negociación, ERC ha propuesto que se cree esta tasa como método para recaudar y así ayudar a las diezmadas arcas de la Generalitat. En los despachos de Territori no deben convencer a nadie porque hace meses que proponen sin éxito al Ministerio de Fomento que aplique la euroviñeta en las vías de su competencia y tarifique la circulación por autovías, intentando de esta manera superar el agravio comparativo de las vías de alta capacidad catalanas, donde se paga en el 50% de ellas mientras que en España la media es del 19%. Pero el departamento de Ana Pastor, y la propia ministra varias veces, solo repite que el tema no está sobre la mesa porque perjudicaría al ya castigado sector de los transportistas.

De modo que, igual que ocurrió en su día con el estreno de la primera autopista de peaje, Catalunya tiene todos los números de convertirse en pionera en este ámbito. «Es lamentable que Fomento no afronte con valentía el debate de la euroviñeta y en cambio sí que se atreva a rescatar las autopistas radiales de Madrid, que le costarán 3.000 millones de euros que se pagarán con los impuestos de todos», se queja el conseller en funciones Lluís Recoder.

3.000 PESADOS AL DÍA / El Eix Transversal estrenará el desdoblamiento dentro de un mes escaso. Desde ese momento, la Generalitat deberá abonar a la concesionaria, Cedinsa, un tanto por cada vehículo que circule por esta carretera de 150 kilómetros que une Cervera (Segarra) y Riudellots de la Selva (Selva). Es lo que se conoce como peaje a la sombra. Los cálculos del Govern son que las arcas públicas tendrán que desembolsar unos 50 millones de euros al año, de los que el 10% corresponderán a tráfico de vehículos pesados.

Territori estima que si repercute con una tasa por uso a los 3.000 camiones de largo recorrido (que recorran el eje de punta a punta) que cada día pasarían por esta infraestructura podría recaudar unos cinco millones anuales. Considera «moderado» el impacto económico, pero este serviría también como método disuasorio para los camiones que, para evitar pagar en la AP-2 o la AP-7, optasen por un flamante y gratuito Eix Transversal.

MODIFICACIONES LEGISLATIVAS / En el departamento de Recoder también se admite que esos cinco millones de euros que se recaudarían en el primer año servirían prácticamente para pagar los sistemas de control de las matrículas de los vehículos --se suelen poner pórticos sobre la calzada para leerlas-- y la tecnología que lleva aparejada.

Además, es imprescindible informar a Bruselas de la implantación de este impuesto en una vía que se considera de la red transeuropea con seis meses de antelación; adaptar el régimen concesional actual; prever el sistema sancionador por mal uso, entre otros aspectos. Por todo esto, la Generalitat estima que la euroviñeta no será una realidad en la C-25 hasta finales del año que viene.