DECISIÓN JUDICIAL SOBRE la FINCA DE NOU BARRIS

El juez rechaza el desalojo del edificio ocupado por el 15-M

Patricia, una de las residentes en el edificio, prepara una cama.

Patricia, una de las residentes en el edificio, prepara una cama.

J. G. ALBALAT / TONI SUST
BARCELONA

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El 15-M se anotó ayer una victoria significativa. El edificio de la calle de Almagro, en Nou Barris, que el movimiento ocupó el pasado 15 de octubre para dar cobijo en él a familias desahuciadas de sus viviendas por impago no será desalojado por ahora. Es más, anoche fue convocada una fiesta en la finca. La alegría la suscitó el auto en el que el juez Miguel Ángel Tabarés decidió archivar la causa, abierta por una denuncia de usurpación de vivienda por parte de Cajamar, en tanto que representante de la propiedad. Como se verá, un representante tan solo parcial. El magistrado considera que no existe delito y remite a los denunciantes a la vía civil o administrativa. El resultado práctico es que las siete familias que según los indignados residen en el llamado edificio 15-O, por la fecha de su ocupación, el 15 de octubre, tras una manifestación multitudinaria en Barcelona, no se tendrán que ir de momento.

Es posible que al final, un día, el edificio sea desalojado, pero por el momento lo que queda escrito es que el juez Tabarés considera que lo sucedido presenta «unos contornos particularmente novedosos, respecto de los cuales no es fácil encontrar antecedentes históricos ni, por lo tanto, jurisprudenciables». Tabarés considera que los actuales residentes no son quienes ocuparon el inmueble. También sostiene que como llegaron días después de que los primeros entraran en la propiedad, no pueden saber si se entró por la fuerza. Como detalle histórico, precisa que la ocupación pacífica de inmuebles tan solo se sancionó en dos periodos antes de 1995, cuando la reforma del Código Penal la tipificó como delito: antes de la entrada en vigor de la ley hipotecaria de 1861 y en 1928, quizá, sugiere Tabarés, para «contrarrestar iniciativas de tipo colectivizador».

El auto aborda la complejidad de la propiedad. Cajamar es dueña de 11 pisos de la finca, que recibió como dación en pago por parte de los promotores del edificio, que no pudieron completarlo. Actualmente, precisa, está acabado el 93,78% del inmueble. Pero además de los 11 pisos, hay otras 14 «piezas» entre aparcamientos y locales de las cuales se desconoce a quién pertenecen. Porque el promotor que se vio obligado a entregar los pisos a Cajamar afirma que estas 14 piezas fueron transmitidas a un tercero, sin que se haya determinado si así fue y de quién se trata. Además, el magistrado destaca que Cajamar no tenía ningún plan para el edificio: «La situación real [...] es de total indefinición». Cajamar, agrega el texto, «no ha ofrecido una versión clara sobre su intención inmediata sobre los pisos».

NEGOCIACIÓN/ El 15-M celebró el desenlace (provisional) con emoción. Además de organizar una fiesta y publicitarla en la red como alternativa al debate entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, los indignados miran más allá en busca de una solución estable. «No pueden quedar en el limbo», dice un portavoz del colectivo, Salva Torres, sobre los residentes en el inmueble. La solución que propone el grupo 500x20 es que el Ayuntamiento de Barcelona compre el edificio y este funcione en régimen de alquiler público.