EFECTOS DE LA CRISIS SOBRE la carretera

La falta de cuidado y la vejez de los coches preocupan a Trànsit

Un mecánico inspecciona unos neumáticos en un taller de Barcelona.

Un mecánico inspecciona unos neumáticos en un taller de Barcelona.

CRISTINA BUESA / Barcelona

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La crisis ha tenido consecuencias directas sobre el asfalto. La primera, un descenso de la movilidad: más gente coge menos el coche porque no se desplazan ya que han perdido el trabajo o bien porque optan por el transporte público para moverse. Pero los que siguen usando el vehículo privado también tratan de ahorrar por todos los medios. Y el mantenimiento de los turismos se resiente, algo que ha puesto en guardia al Servei Català de Trànsit, que advierte de que, además, están cada vez más viejos.

Su director, el recién nombrado Joan Josep Isern, ha detectado al asumir las nuevas responsabilidades que el parque automovilístico ha envejecido considerablemente en los últimos años y quiere tomar medidas. Mientras en el 2007 solo el 35% de los vehículos tenían más de 10 años, ahora esta cifra ha escalado hasta el 60%. «Esto complica la seguridad en la carretera. Un vehículo en malas condiciones es una bomba de relojería en la red viaria», sentencia Isern en la primera entrevista que ha concedido tras acceder al cargo.

INMOVILIZACIÓN POLICIAL / Trànsit ha hablado con las estaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV). También con los talleres y con asociaciones de conductores. Todos coinciden en que el parque móvil en Catalunya no solo ha envejecido ostensiblemente sino que, además, los conductores no realizan el mínimo mantenimiento aconsejable para circular con seguridad.

El director avisa de que serán «estrictos», contundentes, y optarán por «inmovilizar los vehículos que no estén en condiciones de circular si es necesario». Hasta ahora, los Mossos d'Esquadra únicamente podían detectar esas deficientes condiciones cuando era demasiado tarde. Como ocurrió días atrás en un accidente grave en Mataró (Maresme), cuando, según Isern, se percataron de que los neumáticos estaban en un estado tan deplorable que probablemente eran el origen del siniestro. Ahora se plantean realizar controles específicos tanto para vigilar que se haya cumplido con la ITV preceptiva como también que el vehículo en cuestión cuente con las mínimas condiciones para su seguridad y la de los conductores con los que se cruce.

SOLO SI SE AVERÍA / Los mecánicos comparten el diagnóstico. Los 5.500 talleres agrupados en la Federació Catalana de Tallers de Reparació d'Automòbils recuerdan que las revisiones «voluntarias», algo muy frecuente en estas fechas previas a las vacaciones de Semana Santa así como en verano, se han reducido a la mitad, calcula su secretario general, Lluís Camarasa.

«Solo se ha cumplido la primera parte del vaticinio inicial de que la crisis provocaría menos ventas de coches y que la gente repararía más los que ya tenía», describe el portavoz del gremio. «No hay dinero y los coches cada vez son más antiguos, pero la mayoría circulan sin ningún mantenimiento preventivo. Solo acuden al taller si se avería, si no hay más remedio», prosigue. Camarasa asegura que las ITV cada vez rechazan más vehículos y que no siempre esos ciudadanos regresan a las estaciones de revisión con los defectos reparados, tal vez porque carecen de los recursos económicos para hacerlo, un razonamiento que comparte el director de Trànsit.

ABANDONO DE COCHES / El caso más extremo es cuando los propietarios de los vehículos no regresan a los talleres a buscarlos porque la factura es demasiado elevada. Cada vez ocurren más casos, avisa Lluís Camarasa. El mercado de vehículos de segunda mano es más amplio ya que muchas familias prescinden del segundo coche de la casa con el mismo objetivo de ahorrar.

El RACC se suma a la preocupación por el estado del parque móvil en Catalunya. El director de asistencia en viaje, Daniel Cornudella, constata que cada vez se repara menos. «Es imprescindible llevar el coche al taller. Es una cuestión de seguridad pero, además, si no se hace, las reparaciones después son todavía más caras», avisa.

PETICIÓN DE INFORMACIÓN / El club de conductores, que realiza asistencia con grúa pero también lleva a cabo reparaciones en el lugar de la avería, ha detectado también ese empeoramiento progresivo del parque móvil. Baterías sin sustituir o ruedas gastadas son algunos de los defectos más habituales, describe el responsable del RACC.

El fallo mecánico como origen de un accidente se tiene que acabar, proclama Isern. En las primeras conversaciones que ha mantenido con el sector ya les ha advertido de que trabajará duro en esto. Para empezar, aspira a que las estaciones de ITV no solo pasen la información de las revisiones superadas y del estado del parque móvil a la Dirección General de Tráfico como hacen hasta ahora, sino también que lo hagan a la Generalitat.