VÍCTOR CÓRDOBA. MAESTRO SUSTITUTO DE PRIMARIA

«Empecé a notar la caída del trabajo hace dos años»

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Cuando se le pregunta si ser docente interino o sustituto tiene algún aspecto positivo, Víctor Córdoba logra encontrar el siguiente:«Conoces muchas maneras de hacer en el aspecto profesional y también muchos mundos diferentes en el aspecto personal, tanto de maestros como de alumnos».Más fácil le resulta detallar algunos inconvenientes de no ser enseñantede plantilla.Primero, porque aunque él ha tenido suerte, su situación lleva implícita una mayor inseguridad laboral y personal («como no estoy fijo, no puedo ni pedir una hipoteca»). Y segundo, porque a medida que pasan los años cada vez se hace más cuesta arriba tener que cambiar de centro y tener que darse a conocer.

Diplomado en Magisterio de Educación Física y dedicado a la docencia desde hace cinco cursos, Víctor aún se ve con fuerzas para seguir dando vueltas de escuela en escuela.«No me parece mal ir de un sitio a otro, pero siempre dentro de un espacio de tiempo coherente. Si estás 15 días en un colegio y 15 en otro, y así sucesivamente, es muy negativo porque no puedes implicarte en el proyecto escolar»,razona.

Ahora lleva varias semanas de sustituto en un colegio de Premià de Mar (Maresme), pero antes había ejercido en Calella y había sido interino en Canet de Mar, Arenys de Mar y Mataró, que fue donde inició su singladura profesional cuando tenía 25 años.«Allí empecé de maestro de educación física, pero después enlacé con un interinaje como cotutor de quinto de primaria a media jornada, que ahora ha sido eliminada y sustituida por los llamados tercios». Pese a no tener un puesto asegurado, Víctor iba encadenando un trabajo tras otro, por lo que tampoco se vio muy forzado a presentarse a unas oposiciones. Lo hizo hace dos años «por probar»y no logró plaza. Pero aquello no fue una tragedia.

La sexta hora

«Entré en una época en la que se necesitaban muchos maestros por la implantación de la sexta hora. Además, desde el curso 2007-2008 se aplicaron unos interinajes más largos para que el docente pudiera conocer mejor la escuela»,valora.

«Sí que empecé a notar la caída del trabajo hace dos años, cuando comenzaron a quitar aulas de acogida y algunos maestros de plantilla volvieron a puestos que estaban ocupando interinos»,admite, aunque es ahora cuando más apreciable es la disminución.«Y peor será si el Govern aplica los recortes de los que se está hablando. Hace dos décadas, los maestros podían pasarse tres años sin lograr un puesto de trabajo. Mejor que no volvamos a aquello»,comenta. R. J.