El Congreso pone la alfombra a la ILP contra el veto de los toros

No pudieron empezar con mejor pie su ofensiva institucional contra la prohibición de los toros. La Federación de Entidades Taurinas de Catalunya entregó ayer en el Congreso 587.000 firmas de apoyo a la iniciativa legislativa popular (ILP), 167.000 de ellas en Catalunya, que propone declarar Bien de Interés Cultural la fiesta y derogar todas las normas, entre ellas la catalana, que sean un obstáculo para su protección. Lo hizo acompañada por estrellas del toreo a las que el presidente del Congreso, Jesús Posada, agasajó como si fueran iconos del rock. Solo le faltó ponerles la alfombra roja.

Luis María Gibert, presidente de la federación, salió muy «satisfecho y esperanzado» después de la ardua labor de recogida de firmas, en la que, se quejó, «hay que aportar tantos datos de cada persona que casi tienes que explicar con quién se acuestan». Superada ampliamente la exigencia del medio millón, es de suponer que no habrá problemas para tramitar como proposición de ley la ILP. Los servicios de la cámara tienen 15 días hábiles para revisar las firmas pero solo sería rechazada si se anularan más de 87.000, lo que casi puede darse por descartado tras escuchar a Posada.

Pese a avisar de que no podía ser parte en la ILP, el presidente del Congreso le auguró una «trayectoria positiva» al no ser «una petición minoritaria» sino una reclamación «suprapartidaria». Y lo hizo en el mismo micrófono que había habilitado en el solemne Salón de los Pasos Perdidos para que toreros y taurinos tomaran la palabra.

Es una norma no escrita en el Congreso que quienes no son diputados no comparecen ante la prensa en el interior del recinto. El año pasado el presidente del PNV, por ejemplo, se vio obligado a dirigirse a los medios a pie de calle, bajo la inexpresiva mirada de los leones. Cuando los promotores de la Televisión sin Fronteras presentaron semanas atrás su iniciativa, tampoco se les permitió efectuar declaraciones. PSOE, ICV y CiU criticaron la puesta en escena y anunciaron que pedirán explicaciones a Posada por su «falta de neutralidad».

Quizá pesó que entre los firmantes de la ILP figuren el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, además de Mario Vargas Llosa y Joaquín Sabina.

Lo cierto es que era chocante escuchar en tan solemne escenario a Serafín Marín, el torero catalán que lidió con barretina en la Monumental, declararse «feliz» de estar en el Congreso y a Cayetano Rivera Ordóñez, destacar «lo importante» del día que estaban viviendo. Junto a ellos posaron también toreros retirados como Santiago Martín,el Viti.

VULNERACIÓN DE COMPETENCIAS / Para Josep Rull, el diputado de CiU del Parlament que se ocupó del veto, quedó claro que «todo el aparato del Estado» se pondrá al servicio de la ILP. La propuesta establece que al día siguiente de su entrada en vigor quedarán «derogadas cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo establecido» en la ley.

Rull sostiene que «Catalunya no se da por aludida» porque la norma del Parlament de no es de rango inferior sino de otro orden competencial. Si CiU se dividió por la prohibición, frente a una vulneración de las competencias «habría un contundente cierre de filas», dijo Rull.