EL ADN de la semana

Cólera

PERE Puigdomènech

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En Haití se ha declarado una epidemia de cólera, una adversidad que se añade al terremoto que el año pasado devastó la capital, Puerto Príncipe. Hay discusiones sobre el origen de la enfermedad y sobre si habría que vacunar a la población. Como la peste, el cólera es un antigua pesadilla para la humanidad, pero que en este caso se resiste a ser detenida.

El cólera afecta a los humanos desde hace miles de años. Está producido por una bacteria, Vibrio cholerae, que cuando infecta a un individuo se une a las células del tubo intestinal, segrega una toxina que provoca una fuerte diarrea y la persona puede morir deshidratada. La bacteria se transmite por el agua, adonde puede llegar por restos fecales de infectados.

Las condiciones de Haití son desgraciadamente propicias para la extensión del cólera. La falta de higiene en los campos de refugiados ayuda a que se propague. Según la Organización Mundial de la Salud, ya se han declarado más de 70.000 casos y hay 1.400 muertos. Las previsiones son que los casos pueden llegar a 400.000. Si los enfermos se trataran con una hidratación continua, la mortalidad podría ser muy baja.

Algunos haitianos han acusado de la epidemia a las tropas de las Naciones Unidas porque en Haití hacía años que no había habido cólera y porque algunos soldados son de Nepal, donde es una enfermedad endémica. Los primeros análisis indican que no se puede descartar un origen asiático, pero la ONU no ha hallado rastro de la bacteria entre los soldados. Otra cuestión es si habría que vacunar a la población: la vacuna existente no solo es poco eficaz, sino que habría que producirla en masa. Algunos piensan que distraería a los médicos.

El genoma de Vibrio cholerae se publicó en el 2000. Es un genoma interesante y quizá podría servir para desarrollar nuevas vacunas o antibióticos. Sin embargo, por ahora no parece haber servido para mucho. La enfermedad aparece raramente y afecta a países pobres. Pocos parecen interesados en utilizar la información disponible. Quizá serviría para responder a las acusaciones que hace una población desesperada.