Vía libre al proyecto de la Costa Daurada

BCN World logra el 'sí' del Parlament y acelera el comienzo de las obras

CRISTINA BUESA
BARCELONA

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Poco antes del mediodía, la ley que debe permitir la construcción de un megacomplejo turístico junto a Port Aventura logró ayer el aval del Parlament. No hubo sorpresas, solo la curiosidad de captar los acentos que cada partido quiso dar. El PSC cumplió con el compromiso alcanzado en marzo (excepto dos diputados, Núria Parlon y Joan Ignasi Elena, que no se presentaron) y votó a favor de una modificación legislativa que permitirá hasta seis casinos en el Centre Recreatiu i Turístic (CRT) de Vila-seca y Salou (Tarragonès), una herramienta creada en 1989 como paraguas del parque temático y que le confiere unas características particulares. BCN World, el proyecto que surgió en septiembre del 2012 para restañar la herida de Eurovegas, sigue adelante pendiente ahora del concurso de las licencias de casino y de que se avance en la redacción del plan director urbanístico, condición indispensable para que comiencen lo antes posible unas obras que necesitarán al menos dos años.

No obstante, para que las máquinas entren en los terrenos que aún son propiedad de La Caixa -y sobre los que Veremonte, la firma de Enrique Bañuelos, debería ejecutar la opción de compra que tiene y que vence en septiembre- deben pasar  varias cosas. Para empezar, explicó ayer en una entrevista con este diario el presidente de BCN World, Xavier Adserà, que se convoque el concurso para los casinos que, cree, tardará «pocas semanas». Él dice desconocer los requisitos para optar a uno de ellos, cimiento imprescindible para levantar el primer resort. Tampoco cuantifica si comenzarán por dos o tres complejos hoteleros, de juego y tiendas de lujo (el Govern lo decidirá en breve): advierte de que es una responsabilidad del Ejecutivo y que la cadencia con la que se levante BCN World dependerá del plan director urbanístico, que necesita un año para ser aprobado definitivamente. Las licencias provisionales de obras podrían avanzar algo este calendario, pero lo más probable es que hasta enero no haya nada allí.

LA «EXCUSA» DEL EMPLEO / «Tenemos capacidad para levantar los seis resorts de una sola vez porque tenemos garantizada  la inversión necesaria, pero no lo haremos porque el territorio no quiere, nos pide que lo hagamos por fases», describió Adserà. Justamente, la progresión en la ejecución del proyecto, además de la oposición a rebajar la tasa del juego, fue lo que llevó a ERC a no apoyar completamente la ley y a censurar la posición de los socialistas. «Han apoyado una propuesta a medida con la excusa de la creación de puestos de trabajo», se quejó el diputado Pere Aragonès.

También el portavoz del PP, Rafael Luna, se ensañó con el PSC, a quien acusó de «querer demostrar que manda algo». Pero a la hora de la verdad pronunció un «sí crítico» y solo votó en contra de algunos artículos, consciente de que la ley tiraba adelante. Así todos se sentían cómodos. Hortènsia Grau (ICV-EUiA), muy enfadada, llamó a los socialistas «tontos útiles» y «facilitadores».

30% DE OCUPACIÓN COMO MÁXIMO / Los ecosocialistas, como los republicanos, temen que se construyan pisos en las 825 hectáreas del CRT, algo que negaron CiU, el PSC y los responsables de redactar el plan urbanístico, capitaneados por el director del Incasòl, Damià Calvet. Con este planeamiento, cuyo principal objetivo es generar actividad económica, no se superará el 30% de la ocupación del CRT, según la ley aprobada ayer.

Adserà, tarraconense, estaba satisfecho ayer de como había acabado el largo trámite, que ha obligado a alargar plazos sobre cuándo empezar los trabajos y cuándo abrir. «Desde que entró la ley hasta ahora ha habido mucha información, tanto pública como privada, en el territorio y con los partidos. También se ha ido evolucionando acerca de cómo se ejecutará», valoraba.

Pero BCN World (o el nombre que sea finalmente) ha logrado de momento un paso. De gigante, pero un paso. Falta concretar cuántos complejos turísticos integrados se abrirán, en función de los casinos que se autoricen, y cómo encaja eso en el CRT. Comienza otra era.