SUCESOS

Dos muertos al incendiar una pareja su casa para acabar con la familia

Los dueños de la vivienda, de Galicia, trataron de suicidarse en una fosa séptica

Varias personas, ante la casa donde se ha producido el doble crimen.

Varias personas, ante la casa donde se ha producido el doble crimen.

MAYKA NAVARRO
BARCELONA

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Una vez más, la realidad ha dado una vuelta de tuerca a la ficción: ayer sucedió en el municipio pontevedrés de Lalín uno de los episodios criminales más sórdidos que se recuerdan en España. Un matrimonio intentó suicidarse metiéndose en una fosa séptica después de prender fuego a su vivienda con su hija, un hermano, la abuela y un antiguo trabajador de la casa dentro. ¿El motivo? En principio, y según las primeras hipótesis, las deudas empujaron a la pareja a acabar con todo y con todos. Marido y mujer fueron rescatados y ayer permanecían detenidos en las dependencias de la Guardia Civil. La abuela, de 90 años, y un hijo de esta, disminuido psíquico, de 55 años, se salvaron del humo y las llamas. No tuvieron tanta suerte Amador Vázquez, de 85 años, que durante muchos años trabajó con la familia y acabó conviviendo con ella, y Sonia Mouriño, de 21 años, hija del matrimonio detenido.

LEÑA EN LA VAQUERÍA / El incendio se desató a primera hora de la mañana en una casa de la parroquia de Barcia. El fuego se inició en una vaquería de la planta baja, donde la familia guardaba abundante leña para el frío invierno gallego y gasoil. Las llamas se propagaron con rapidez, pero a pesar de su intensidad, los bomberos pudieron rescatar con vida a la abuela y a uno de sus hijos. Extinguido el incendio, seis horas después se encontraron dos cadáveres, el del viejo Amador y el de Sonia. A los bomberos no les pasó desapercibido que la joven presentaba señales inequívocas en la cabeza de haber sido golpeada violentamente. La Guardia Civil se puso manos a la obra. Faltaba por encontrar al matrimonio formado por José Mouriño y su esposa, Carmen, los dueños de la casa.

Un registro más concienzudo de la vivienda llevó a los investigadores hasta un establo de cerdos contiguo a la vivienda. Un investigador que miraba el lugar escuchó unas voces que provenían de la fosa séptica. La abrieron y allí, escondida, hallaron a la pareja. La intención era suicidarse, de una manera sórdida, pero así lo explicaron en un primer momento. Tras rescatarlos, fueron trasladados al hospital de Santiago para ser asistidos de las emanaciones de la fosa. Al poco tiempo les dieron el alta. Las pesquisas indican que golpearon a la hija mientras dormía para que no pudiera huir de las llamas y pensaron que los abuelos y el hermano disminuido tampoco se salvarían. La familia es muy conocida en la zona y el padre presidió la cooperativa agraria Xuncoga.