LA GRAN CITA DEL CINE FANTÁSTICO DE CATALUNYA

¿Cómo cambió mi vida el Festival de Sitges?

Cineastas españoles evocan su paso por el certamen, destacando su importancia tanto en su vidas como en su carrera

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Julián García / Sitges

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El Festival de Sitges, que este jueves alza el telón, ha marcado a varias generaciones de directores españoles en su modo desacomplejado de entender el cine. Muchos de ellos fueron en su día espectadores de cine fantástico en jubilosas sesiones en el Retiro, el Prado o el Auditori, y acabaron, con el paso del tiempo, estrenando sus propias películas en lo que ellos llaman su "casa". Antes de la inauguración de la emblemática 50ª edición, este diario ha propuesto a una decena de estos creadores que evoquen algún episodio de su militante paso por Sitges y describan hasta qué punto el festival les ha cambiado la vida y la carrera. 

PACO PLAZA "Es un refugio para los monstruítos"

"Llevo yendo a Sitges desde 1991. Aquí presenté en el 2002 'El segundo nombre', y aquí es el lugar donde he conocido a las personas más importantes de mi vida profesional, también de la personal, porque muchos de ellos se han convertido en grandes amigos. Me ayudó a encontrar un sitio en el que no sentirme raro. Me di cuenta de que había más personas con los mismos gustos que yo, que disfrutaban con las películas de terror. Que todos vibrábamos al unísono. Hay algo en Sitges curativo para aquellos que nos hemos sentido distintos. Es un refugio para los monstruitos".


CARLES TORRENS "Ha legimitado el fantástico, género maldito"

"Sitges ha legimitado el fantástico, un género tradicionalmente menospreciado y maldito, y lo ha puesto al frente de la identidad cultura de nuestro país. Además de acercar este tipo de cine al gran público, nos ha posicionado como uno de los nexos artísticos más atractivos y arriesgados dentro del panorama internacional. De los cientos de recuerdos  y anécdotas, me quedo con la presentación de mi corto 'Sequence' la noche inaugural del 2013, haciendo de telonero a Eugenio Mira y su 'Grand Piano'. Estar sentado detrás  de Terry Gilliam, y escucharle reir y disfrutar con mi pequeña aportación al cine fantástico hace que todo el esfuerzo invertido haya valido la pena"


DENISE CASTRO "Empecé siendo voluntaria desde pequeña"

"Desde muy pequeña empecé siendo la voluntaria vampira del festival, para poder ver pelis y vivir el ambiente. Fascinada no solo por ver, sino también por hacer cine, conseguí estrenar mi primer, segundo y tercer corto. Después vino el 'teaser-trailer' de lo que esperaba fuera mi primera peli hasta que se cumplió mi sueño: estrenar el año pasado mi ópera prima de vampiros 'Salvación'. Durante todo este tiempo, he hecho grandes amigos cinéfilos y cineastas con los que cada año me reúno para disfrutar juntos estos momentos tan fantásticos. Así que se puede decir, que mi relación con el festival es vital, ya que he crecido junto a él, evolucionando y madurando de su mano. Tanto es así que está previsto que mi hijo, un pequeño vampirillo, nazca el día de la inauguración de este 50º aniversario dedicado a Drácula".


J. A. BAYONA "Aquí siempre he sido feliz"

"Me considero un hijo de Sitges. En mi primera visita al festival no tenía ni 18 años. Fui con mi hermana a  ver 'El ejército de las tinieblas (Army of darkness)', de Sam Raimi, y vimos a Bruce Campbell en persona. Fue algo grandioso y desde entonces, Sitges ha sido mi casa. Cuando estudiaba en la ESCAC, dormía cada noche en un cámping con Oscar Faura, Jaume Balagueró, Paco Plaza, Nacho Cerdá, Kike Maíllo... Nos tragábamos cinco películas al día. Aquí he presentado todas mis películas. Aquí he conocido a Guillermo del Toro. Aquí vi cantar a Tarantino en el Retiro mientras proyectaban una película de Gamera y Gozdilla. Aquí siempre he sido feliz".


JAVIER RUIZ CALDERA "Recuerdó aún la sensación de mi primer día"

"Llevábamos unas semanas planeándolo. Al salir del colegio iríamos al mítico Festival de Sitges. No era tan complicado, nuestro colegio en Castelldefels solo estaba a dos paradas de tren. Queríamos ver 'Henry, retrato de un asesino'. Nos gustaba el título, pronunciarlo nos hacía sentir mayores. Mi amigo Iván y yo teníamos 14 años, era 1990. Lo hicimos a escondidas de nuestros padres. Mochila a cuestas, conseguimos llegar a las puertas del cine. Nada más ver el cartel del festival nos pusimos como locos: era una chica desnuda con alas de murciélago y una calavera tapándole la parte del cuerpo que más desconocíamos.  Ahora sí que, si se enteraban nuestros padres, nos matarían. Para la gente que pululaba por ahí eso no parecía un problema, eran fanáticos del terror y, por las pintas que tenían, pensábamos que posiblemente no tendrían padres, incluso especulábamos con que podrían haberlos asesinado y metido en el congelador. Mi amigo Iván les miraba con total admiración.

Nunca conseguimos ver la película, puede que las entradas estuviesen agotadas o probablemente ni nos atrevimos a preguntar en la taquilla. Pero el ambiente era maravilloso. Desde entonces el festival siempre ha sido muy importante par mí. Diez años más tarde mi primer corto ganó el premio Nova Autoria, pasaron otros diez años más y se proyectó en el Auditori el teaser-trailer de mi primera película, y hace dos años formé parte del jurado de la sección oficial.

Todo muy emocionante, sí, pero todavía no he conseguido igualar aquella sensación de aquel primer día, que metió el germen del género fantástico en mi manera de entender el cine. Pero aún guardo la esperanza de volver a experimentar esa excitación, y es que me queda una gran asignatura pendiente: nunca se ha proyectado una película dirigida por mí en Sitges. Algo lógico teniendo en cuenta las películas que hago. Pero creo aún estoy a tiempo, tengo que ponerme serio. Ni me imagino como sería cumplir ese sueño. MI amigo Iván fliparía". 


GEOFFREY COWPER "Nunca olvidaré lo que me dijo Tarantino"

"Mi primer Sitges fue en el 2001. Vi 'Mutant aliens' de Bill Plympton y flipé. Al salir pude conocerle y le ayudé a vender VHS de sus cortos. Me di cuenta de que Sitges era único. En el 2005 me crucé con Tarantino por la calle; cuando vio que se me había desencajado la mandíbula, se presentó. Hablé unos inolvidables minutos con él. Al irse me gritó: "¡Haz pelis, haz pelis!". Nunca lo olvidaré. En el 2011 seleccionaron 'Cargols!', mi corto final de carrera, y el pase en el Auditori fue una de las mejores experiencias de mi vida. Este año, Mike Hostench [subdirector del festival] me ofreció ser el coordinador de la Samsung Sitges Cocoon [sobre realidad virtual], una oferta que no pude rechazar".


ORIOL PAULO "Sitges es escuela, es un amigo, es casa"

"Sitges es escuela, es un amigo, es casa. Allí he descubierto a muchos directores, películas de culto, y he aprendido a amar el cine desde una butaca. Personalmente, abrir el festival con 'El cuerpo' (2012) fue la mejor manera de arrancar mi carrera como director. No se me ocurre mejor manera de perder la virginidad cinematográficamente hablando. Es el festival de género de referencia a nivel mundial. Entre las anécdotas que recuerdo, destaca una inoportuna parada de la proyección de 'Los ojos de Julia' (2010), de Guillem Morales, película de la que yo era coguionista. Cuando volvió la luz al Auditori, la primera frase de guión que tenía la película era Belén Rueda diciendo: "Isaac, ha vuelto la luz". Y, claro, la explosión de aplausos fue espectacular".


ALBERTO MARINI "Marcó el rumbo de mi vida"

"Son infinitos los eventos, conocidos y desconocidos, que marcan nuestro destino. Pero puedo decir que el festival de Sitges ha marcado el rumbo de mi vida. Mi primera asistencia al festival remite a 1999. Ese año tuve el envidiable dilema –¡era otra época!- de elegir entre dos trabajos en Barcelona y en Madrid. Ya había optado por la productora de Madrid, cuando vi en el Auditori 'Los sin nombre'. Recordé entonces que la productora catalana tenía un proyecto con el mismo director y, de pronto, nada me apeteció más que poder trabajar con él. Pues mudanza a Madrid cancelada, casi 20 años en la ciudad Condal, y renovadas ganas de ver otra peli en el Auditori de ese tal Balagueró".


DAVID (Y ÀLEX) PASTOR "Es un festival que pertenece a los fans"

"Mi hermano Àlex y yo hemos presentado películas en Sitges como directores, pero nosotros el festival siempre lo viviremos como fans. Porque Sitges es un festival libre de complejos, que pertenece, antes que a nadie, a los fans, a los espectadores que vamos a disfrutar e, incluso, a comulgar. Si no, que nos lo digan a los que descubrimos 'Pulp fiction' una noche lluviosa de 1994 en el Retiro, lo más parecido a una experiencia religiosa que muchos hemos vivido".


CARLO PADIAL "En Sitges me declaré a la madre de mis hijos"

“Como para cualquier director nacido aquí, yo creo que Sitges tiene un significado muy especial. Casi con toda probabilidad, quien mas quien menos, habrá tenido alguna relación significativa (ya sea profesional o como aficionado al cine), con Sitges. En mi caso, tuve la suerte de que mis dos primeras películas fueran seleccionadas en Noves visions, con todo lo que eso comporta, lo que sobre todo en el caso de 'Mi loco Erasmus', supuso un salto muy importante, del que salieron muchas cosas que me han llevado a poder dar continuidad a mi labor, hasta llegar a la película que estoy finalizando ahora mismo, 'Algo muy gordo', junto a Berto Romero.

Como director, Sitges es un punto de encuentro excelente, y como espectador es sencillamente uno de los festivales más divertidos que existen. Allí he descubierto decenas y decenas de películas que han resultado ser capitales en mi formación y mi sentido del humor, por ejemplo 'Forbidden zone', de Richard Elfman. O 'The lost skeleton of cadavra', de Larry Blamire. La mayoría de recuerdos que tengo en el festival implican a gente a la que quiero y admiro mucho, desde críticos de cine, hasta colegas como Carlos Vermut, Venga Monjas, Nacho Vigalondo o Javi Ruiz Caldera.

Uno de mis recuerdos más vivos fue arrojarme por un pequeño precipicio al lado del mar junto a Vigalondo y Dídac Alcaraz, al grito de “¡mar adentro!” (casi me descalabro, por cierto) , y el otro fue declararme a mi actual novia y madre de mis dos hijos, Desirée de Fez, en la fiesta de voluntarios del festival, con una canción de Prince sonando de fondo, en medio de un clima completamente irreal, como de película de los 80, rodeados de estudiantes de cine desatados en su baile de graduación cinematográfico".


JUDITH COLELL "Es un gran festival, y no solo de género"

"Siempre me he sentido muy vinculada al Festival de Sitges. Como espectadora, cuando era casi una niña, e iba a ver las películas de David Cronenberg, David Lynch o Sam Raimi. Como directora, donde intenté concursar con mi primer corto (sin éxito) y donde estrené mi primer largo, 'Dones', el año 2000. Como jurado, hace pocos años, donde veíamos un promedio de cinco películas por día y donde compartía jurado con un director italiano de películas de género que se asustaba muchísimo con las escenas de terror. Es un gran festival. Y no solo de género. Es uno de los grandes. ¡Por muchos años!"


DAVID VICTORI "El lugar para soñar despierto"

"Sitges es siempre un lugar de encuentro maravilloso. Aparte de disfrutar como nunca del cine, el festival ter permite hacer balance de cómo evoluciona tu carrera y la de tus compañeros. Cada vez somos más los amigos que nos encontramos allí como una cita casi ineludible... Si no puedes ir, sólo vale la excusa de estar rodando lo que te gustaría estar presentando allí al año siguiente.

En el Auditori es donde 'Zero' y 'La culpa' se vieron por primera vez en pantalla grande y y donde comenzaron a hacer camino en el circuito de festivales. ¿Qué mejor lugar? Sitges es el festival donde puedes presentar tu trabajo acompañado de tus amigos cercanos y tu familia pero a la vez mostrar tu trabajo a productores y profesionales de todo el mundo. Allí conocí a Jaume Collet-Serra, quien se ha convertido en un muy buen amigo y quien me animó a abrirme camino también en Estados Unidos. Sin aquel primer encuentro en el Hotel Melià, mi vida hubiera sido seguramente muy diferente. Sitges es sin duda el lugar perfecto para soñar despierto y para cumplir tus sueños".


KIKE MAÍLLO "Brindo por el mejor festival de cine del mundo"

"Abrir la edición del Festival de Sitges del año 2011 con 'Eva' será siempre uno de los momentos más bonitos de mi carrera. De aquel pase me emociona especialmente recordar a mis abuelos en pie, siendo aplaudidos por todo el Auditori. Habían nacido en una Andalucía devastada por la posguerra, sin luz eléctrica ni lavadoras, y ese día su nieto estaba presentando una película de robots. Eso sí que fue ciencia ficción. Brindo por el cine fantástico y por una larguísima vida para el festival de Sitges, la cita obligada de toda una generación de cineastas y, por descontado, el mejor festival de cine del mundo".