Una nación en siete horas

Rauxatal vez no, peroempentasí les hizo falta a los operarios de la empresa Marc Martí para confeccionar en solo siete horas lasenyera que ayer presidió la manifestación en defensa del Estatut. El símbolo no medía los 32.107 kilómetros cuadrados de superficie que ocupa Catalunya, pero tampoco era un simple banderín de córner. Eran exactamente 250 metros cuadrados (25 metros de largo por 10 de ancho) y 30 kilos de nación.

Los empleados de Marc Martí, una compañía de publicidad exterior especializada en impresión digital que está ubicada en el barrio del Poblenou de Barcelona, recibieron el encargo el jueves a primera hora de la tarde –una vez confirmado el acuerdo salomónico sobre la estructura del desfile– y hacia las diez de la mañana del viernes ponían en marcha las dos máquinasmade in Austriaque debían imprimir la bandera.

«Por sus grandes dimensiones, tenemos que hacerla en dos partes, con una bobina de cinco metros cada una. Después se cosen ambos trozos con una doble costura para que quede bien fuerte y se añaden las asas en los costados[en este caso, 15 en cada lado]para que sea mucho más fácil llevarla»,explicaba el viernes por la mañana Keko Garcia, asesor técnico de la empresa.

Como una rotativa

«Las máquinas sacan casi 70 metros cuadrados de bandera por hora porque vamos a efectuar tres pasadas de tinta para que los colores queden bien vivos», añadía este experto. Mientras, a su lado, el responsable de taller y coordinador de la producción, Àlex Garcia, vigilaba que la impresión, muy similar al proceso que siguen las rotativas de los diarios, no diera problemas:«A las seis de la tarde[del viernes, víspera de la manifestación]se hará la presentación oficial de la senyera en la plaza de Sant Jaume. Nosotros prevemos que acabaremos de imprimirla hacia las tres de la tarde, la coseremos en una sala que tenemos aquí al lado y la tendremos lista hacia las cinco».

Casi lo acertó de lleno. Hubo media hora de retraso porque transportar y plegar los 250 metros cuadrados de bandera como si fueran una sábana (aunque sin tensar la tela para que no quedaran antiestéticas rayas) fue más difícil de lo esperado para los cuatro operarios que llevaron a cabo esta labor.

Tres años de garantía

Y eso que los empleados de Marc Martí ya tienen experiencia en este tipo de producciones.«Hemos imprimido enormes banderas para, por ejemplo, acontecimientos deportivos», recordaba Keko Garcia, para quien este encargo era mucho más especial que otros muchos que reciben: «Te sientes muy orgulloso de hacer este tipo de trabajos. Te estimulan más y te los tomas con más alegría».

Dicho esto, el asesor técnico de la empresa pasó a recordar que la gransenyeradel 10-J«tiene una garantía de tres años». En ese periodo de tiempo, aseguró, «la bandera no perderá color por mucho que le dé la luz del sol de forma directa».Incluso podría aguantar mucho más sin degradarse porque así lo permiten la tela escogida y la climatología catalana. Además, este material, denominado (cómo no)textil bandera, es más fácil de transportar porque es más liviano y«también es más respetuoso con el medioambiente que otros productos como el plástico puro y duro».

En definitiva. Aunque mandaran las prisas para confeccionar lasenyera,hizo falta también una buena porción desenypara que todo saliera a la perfección.