PROCESO POR PRESUNTA MALVERSACIÓN DE FONDOS

Torres alega que la Casa del Rey tutelaba las actividades de Nóos

Torres alega que la Casa Real tutelaba las actividades de Nóos_MEDIA_1

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J. G. ALBALAT
BARCELONA

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LOS CORREOS

1. Urdangarin comunica a Torres que el rey Juan Carlos le ha comentado «un posible patrocinador importante».

2. El duque de Palma comenta a su socio que había logrado que su suegro se reuniera con el regatista Pedro [Perelló] para presentarle un proyecto.

3. Corinna Sayn-Wittgenstein le ofrece a Urdangarin colaborar con los premios Laureus y le explica cómo cobrar por ello. Y añade: «He puesto copia a tu suegro».

4. Urdangarin le proporciona a una marca de calzado deportivo los números de zapatos de miembros de la familia real, al ofrecerle la empresa regalarles un nuevo modelo.

5. Una empleada de Nóos pide a la Casa Real unos libros que no encuentran.

6. Urdagarin pregunta a García Revenga, al que llama «Cactus», si puede hacer una gestión para un amigo. Jocoso, añade: «Monárquico en Catalunya!!. Ya ves que no paramos de evangelizar».

Primero, rechaza la mayor: «Absolutamente ninguna ilicitud ha tenido lugar». Y a renglón seguido, se escuda en la Casa del Rey: «Jamás se hizo nada sin antes haber informado a Carlos García Revenga [exsecretario de las infantas] y a la Institución que él representaba, que lo autorizaba todo, pues en caso contrario nada se acometía». De esta manera, se expresa Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin, en el escrito de defensa remitido ayer al juez de Palma que investiga la presunta malversación de fondos públicos a través del Instituto Nóos, una entidad aparentemente sin ánimo de lucro. Para apoyar su tesis, solicita que se cite como testigos para el juicio al rey Felipe; al rey Juan Carlos; a la reina Sofía; a la hermana de esta, Irene de Grecia; a la infanta Elena, y a su exmarido, Jaime Marichalar, así como a diversas personas de confianza del anterior jefe del Estado, entre las cuales figuran su hermana Pilar, su amiga Corina Sayn Wittgenstein e importantes empresarios. En total, 689 testigos.

Torres acompaña su escrito, elaborado por el abogado Manuel González Peeters, con 1.510 documentos; entre ellos, 500 correos electrónicos (la mayoría ya aportados a la causa), material gráfico, facturas, contratos, ponencias y  artículos periodísticos. El exsocio de Urdangarin, para quien el fiscal solicita entre 15 y 20 años de cárcel, pretende demostrar que su actuación al frente del Instituto Nóos, presidido por el duque de Palma, fue correcta, al igual que la organización de los foros Islas Baleares y Valencia Summit, que están siendo investigados.

SECRETARIO DE LAS INFANTAS / El material aportado ahora y durante el proceso por Torres desvela un intenso contacto entre Urdangarin y el que fuera secretario personal de las infantas Carlos García Revenga, que fue imputado y, posteriormente, exculpado. Era tal el grado de confianza que el cuñado del Rey se dirigía a él con apelativos como «capullín» o «cactus» y le enviaba chistes en los que aparecían mujeres con poca ropa. Esa relación también implicaba, según los correos a los que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, la supervisión por parte del que fuera empleado de la Casa Real no solo de cuestiones protocolarias y personales del duque de Palma, sino también de sus actividades empresariales.

En una ocasión, Urdangarin pidió a García Revenga a «alguien de total confianza de la Zarzuela» para traducir al inglés unas cartas de la empresa; el propio exsecretario de la infanta remitía a Nóos cartas corregidas. En otro correo, empleados del instituto requerían a la Casa Real unos libros que no encontraban. Torres argumenta que todo estaba controlado por la Zarzuela, incluidas otras empresas del entramado, como Nóos Consultoría. «Si es cierto que aunque la Casa Real no era socio, sí que supervisaba, validaba y aprobaba el desarrollo de su objeto social, sin cuyo plácet nada se acometía», señala el escrito de defensa.

Torres menciona también una reunión que se celebró en la Zarzuela el 29 de enero del 2004 y en la que participaron él, Urdangarin, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps.