LOS PREPARATIVOS DEL ONZE DE SETEMBRE

El enigma Puigdemont

Puigdemont ( el quinto por la izquierda), en la Diada de hace dos años.

Puigdemont ( el quinto por la izquierda), en la Diada de hace dos años.

FIDEL MASREAL / ROGER PASCUAL / BARCELONA

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A una semana de la Diada todos los partidos empiezan a tomar posiciones. No solo pensando en los actos oficiales del 11-S, sino especialmente cara a la movilización independentista organizada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium, que este año tendrá cinco escenarios (Barcelona, Berga, Lleida, Salt y Tarragona) y lleva por lema 'A punt'. El presidente de la ANC, Jordi Sànchez, confía en que este acto sirva para reivindicar el RUI, una propuesta que divide al arco parlamentario. El gran enigma es qué hará Carles Puigdemont.

Puigdemont está sopesando si acude a la manifestación. Sería la primera vez que un 'president' en ejercicio del cargo asiste a un acto de estas características, ya que Artur Mas nunca acudió mientras fue jefe del Govern (este año ha anunciado que asistirá). Su sucesor quiere ir, pero no desea que su presencia sea interpretada en clave partidista a tres semanas de la cuestión de confianza. Es decir, que se lea como un intento del 'president' de reforzar su figura ante la cita parlamentaria en la que pondrá en juego la estabilidad de su mandato.

Los argumentos que justifican su presencia son diversos. En primer lugar, su trayectoria personal y política en favor de la independencia. Ha sido fácil verle en manifestaciones soberanistas años atrás. Acudir sería un acto de coherencia. Además, la amenaza que pesa sobre la presidenta del Parlament -por la votación del proceso constituyente, suspendida por el TC- y también la vía penal emprendida contra Mas, Joana Ortega, Irene Rigau y Francesc Homs por la consulta del 9-N del 2014, son elementos a favor de la presencia de la máxima autoridad catalana como un espaldarazo a estos cargos y excargos. 

Otro elemento no menor para decantar la balanza es la presencia de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en la movilización. Si un cargo institucional como la primera autoridad de la capital catalana acude a la cita de la ANC, también Puigdemont puede ir a título institucional. Y finalmente, un ingrediente menos político: si Puigdemont ha roto protocolos tocando la guitarra en público con los Sopa de Cabra o dejándose fotografiar con una senyera 'estelada' en una paella con amigos en Cadaqués, puede romper la tradición de sus antecesores y sí ser uno más en la movilización que recorrerá el paseo de Sant Joan de Barcelona.

Por último, Puigdemont tiene tras él al partido heredero de Convergència, el PDC, que abraza sin ambigüedades el independentismo. No en vano, tanto el PDC como ERC han hecho un llamamiento a sus bases para tener una presencia masiva en la manifestación. Después de la CUP, los republicanos son los que más han apostado por el referéndum unilateral - el RUI, uno de los reclamos de la manifestación-, pese a las resistencias iniciales de JxSÍ, sobre todo, de los convergentes.

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