El tablero catalán

El PSC advierte de que el pacto de Granada no es un punto final

Pere Navarro durante la presentación de una campaña a favor del federalismo, ayer en la sede del PSC.

Pere Navarro durante la presentación de una campaña a favor del federalismo, ayer en la sede del PSC.

JOSE RICO
BARCELONA

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Al tiempo que predica a diario las bondades de la reforma constitucional acordada con el PSOE, el líder del PSC, Pere Navarro, siempre suele añadir la matización de que la Declaración de Granada es «un punto de partida», es decir, que los socialistas catalanes no renuncian a ir más allá de la letra del documento. Un aviso que ayer reiteró al afirmar que el texto «marca un camino», pero no es «el final del camino» porque, según admitió, los principios que recoge son poco claros y se prestan a las diferentes interpretaciones que cada barón del PSOE está defendiendo. Los mismos dirigentes que frenaron el pasado sábado el protocolo de relaciones que debía dar voz propia al PSC en el Congreso y a quienes Navarro advirtió de que no tirará la toalla hasta lograr «desenquistar» sus recelos hacia los socialistas catalanes.

En una entrevista en RAC-1, el primer secretario del PSC dejó entrever que la propuesta de Granada se queda corta, pero prefirió enfatizar que va mucho más allá de las líneas rojas que algunos dirigentes del PSOE habían fijado cuando empezó la negociación. También lamentó que no se haya podido redactar un nuevo protocolo, pero insistió en que, con o sin él, el PSC no renuncia a desmarcarse del PSOE en caso de discrepancia. En el arranque de la campañaLa solució federal,Navarro señaló que el camino iniciado en Granada debe servir para «rehacer la ruptura» que se produjo con el recorte del Estatut por el Tribunal Constitucional.

Por la mañana, la ejecutiva socialista se había reunido con el trasfondo de la no participación de los críticos en la votación de una resolución de apoyo a la propuesta de Granada, el domingo en el consejo nacional. Varios dirigentes les reprocharon el gesto por considerar que demuestra que su voluntad es airear en público las diferencias en vez de discutirlas internamente.

MAYORÍAS Y MINORÍAS / Unas de las intervenciones más contundentes, según fuentes presentes en la reunión, fue la de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, que defendió que «las mayorías en el partido no pueden estar sometidas a las minorías». Respondía a la exdiputada Laia Bonet, que reclamó más «cultura política» a la dirección.