Un año en escena (política)

Muchos de sus simpatizantes opinan que Sant Jordi debería ser la verdadera Diada de Catalunya, y no el Onze de Setembre. Consideran que el 23 de abril representa la convivencia y el pluralismo mucho mejor que una fecha relacionada con enfrentamientos pretéritos. Y algo tendrá que ver ese razonamiento con que Societat Civil Catalana eligiera el año pasado el día de la rosa y el libro para entrar oficialmente en la escena política. Entonces fue en el Teatre Victoria de Barcelona, donde desbordaron el aforo de 1.200 personas. Este jueves, para celebrar su primer cumpleaños, la plataforma contraria a la independencia se trasladó al Teatre Principal, donde congregó a cerca de medio millar de seguidores.

El acto, que llevaba por título 'El futuro, en tus manos', trató de convencer al público de la trascendencia de las próximas citas electorales en relación al pulso soberanista. Pero no solo eso. Societat Civil Catalana no esconde que pedirá el voto para el PPC, el PSC o Ciutadans, para los contrarios a la secesión. Lo que quiso ayer fue criticar también la falta de imparcialidad que, en su opinión, existe en las instituciones catalanas en el debate sobre la independencia. Y avisar de que creará un "observatorio de calidad democrática para comprobar, analizar y denunciar las disfunciones de las instituciones y de los medios de comunicación", los públicos y los subvencionados.

PALO A LA ANC

Si era contundente el manifiesto que se distribuyó por platea a modo de libreto, en el que se habla de "coacciones a la población" o de deslegitimación de la democracia, más todavía lo fue el mensaje del vicepresidente de la entidad José Rosiñol. Abrió él la función "felicitando" a la Assemblea Nacional Catalana (ANC), lo que generó cierto asombro entre el público, que acto seguido se echó a reír cuando vio la ironía. La felicitación era porque la ANC "pronosticó que hoy [por este jueves] Catalunya habría dejado de ser parte de España". Y si se ha equivocado, agregó, "ha sido en gran parte por la labor" de Societat Civil, que cuenta con "5.000 colaboradores activos".

"Unos entraron por la Diagonal y otros pretenden entrar por la Meridiana", prosiguió Rosiñol en una dura y velada mezcla de ideologías (el franquismo y el acto de la ANC del próximo 11-S). Después coronó la sentencia subrayando que el "infausto 9-N" fue "un punto de inflexión" en el que los independentistas vieron "que son minoría". En las primeras filas seguían el discurso cargos del PPC como Enric Millo y Alberto Fernández Díaz; del PSC como Joan Rangel, Meritxell Batet y Carles Martí; y de Ciutadans como Carina Mejías, Jordi Cañas y Carmen de Rivera.

Durante casi dos horas, la plataforma repasó las acciones de su primer año de vida e incluso hubo una conexión en directo con sus representantes en Bruselas. Pero lo que volvió a disparar al máximo los aplausos fue cuando la vicepresidenta Susana Beltrán calificó al 'president' Artur Mas de "Dragón de Catalunya 2015". También lo lograron el vicepresidente primero Joaquim Coll cuando afirmó que la independencia es el recurso contra la crisis de las clases más bienestantes y el presidente Josep Ramon Bosch al reiterar: "Ahora no cabe bajar los brazos. Escuchamos que el suflé ha bajado, pero la pelea no ha hecho más que empezar".