Maniobra in extremis del exmandatario conservador

Matas pide el indulto a Rajoy tras ser condenado a nueve meses

Jaume Matas (izquierda) y su abogado salen del juzgado, el día 5.

Jaume Matas (izquierda) y su abogado salen del juzgado, el día 5.

MARISA GOÑI
PALMA

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Por razones de «humanidad» y «proporcionalidad», el expresidente balear Jaume Matas solicitó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que le conceda el indulto y evitar así su ingreso en prisión para cumplir una condena de nueve meses por tráfico de influencias. Una pena que ratificó ayer la Audiencia Provincial de Palma. Con esta maniobra in extremis, el exdirigente del PP pretende agotar todos los recursos posibles para eludir la cárcel, en la que debería ingresar cinco días después de que le comuniquen el auto.

Mientras Rajoy, compañero de Matas en el Gabinete de José María Aznar, decide si concede o no la medida de gracia, la Audiencia de Palma deberá resolver otra petición del expresidente balear: no ser encarcelado durante la tramitación del indulto. Su abogada, Pilar Gómez Pavón, cree que lo conseguirá porque la misma sala se lo concedió el pasado octubre a otro condenado por este mismo caso, el periodista Antonio Alemany, castigado con dos años y medio de cárcel. La letrada explicó que es «doctrina de la sala suspenderlo» cuando la condena es inferior a tres años y no hay antecedentes penales y reiteró que mantendrá el pulso judicial. Pavón planteará un incidente de nulidad a la Audiencia de Palma y un recurso de amparo al Tribunal Constitucional.

Matas pretendía sustituir los nueve meses de prisión por una multa de 12.000 euros. En la desestimación del recurso, la Audiencia de Palma subraya la gravedad del hecho y cree que «no queda penalmente satisfecha con el abono de una ridícula y exigua multa». El expresidente balear fue condenado por tráfico de influencias en la contratación de Alemany. Como el contrato de asesor exigía incompatibilidad o un contrato menor (en esa época, 12.000 euros), y al periodista no le satisfacía, Matas simuló un concurso público y se concertó un apaño con una empresa de comunicación próxima que accedió a hacer de pantalla para contratar a Alemany por 4.361 euros al mes. El periodista cobró en la legislatura 2003-2007 casi 200.000 euros, además de recibir otros contratos.

La sala fundamenta la denegación en la «peligrosidad» de Matas por el tipo de delito cometido, por la cantidad de procesos pendientes y porque no ha mostrado arrepentimiento. «Estamos ante un delito cometido dentro de las estructuras de poder que las sociedades civilizadas y democráticas tratan de combatir. El peligro de este tipo de acciones es innegable», reza el auto.

ATAQUE AL ESTADO DE DERECHO / Para la sala, el tráfico de influencias cometido por Matas es «un atentado frontal» contra el Estado de Derecho, con el agravante de que lo ha perpetrado «quien ha sido presidente de la comunidad autónoma de Baleares, a quien, precisamente por ostentar dicho cargo, ha de exigírsele mayor imparcialidad, objetividad y probidad». La resolución, de 29 páginas, también menciona el reciente veredicto del jurado que, de forma unánime, lo consideró culpable de un cohecho impropio por presionar a un hotelero para conseguir un empleo a su mujer por el que cobró 42.111 euros, pese a no hacer nada.

En el caso del tráfico de influencias, la condena impuesta por el Tribunal Superior de Justicia de Baleares fue de seis años, pero el Tribunal Supremo lo rebajó a nueve meses. La Audiencia de Palma resolvió que, pese a ser la pena inferior a dos años,  no cabía el beneficio de la suspensión y ahora se ha ratificado en el mismo sentido.