polémica sentencia

Matas elude la cárcel en plena indignación por la corrupción

MAYKA NAVARRO / Madrid

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En uno de los momentos más delicados de la democracia española, con las principales instituciones en el punto de mira de una ciudadanía desbordada y hastiada por los escándalos de corrupción, el Tribunal Supremo hizo pública ayer una sentencia que evitará que el expresidente de Baleares Jaume Matas ingrese en prisión, al rebajar sustancialmente la condena que en marzo del 2012 le castigó a seis años de cárcel por un total de seis delitos. La nueva condena, de nueve meses por un único delito de tráfico de influencias, permite al también exministro de Medio Ambiente y expresidente del PP balear solicitar una suspensión al no superar los dos años de cárcel.

Los 172 folios con los que la Audiencia de Palma condenó a Matas supusieron la primera sentencia de los 19 procesos judiciales en los que el expresidente balear y hoy ya exmilitante del PP está implicado dentro del macroproceso denominadocaso Palma Arena,que instruye el juez José Castro.

LA SUBVENCIÓN / El Supremo entiende que Matas «utilizó su autoridad jerárquica para presionar» y que se le concediera una subvención de 450.000 euros al periodista que le redactaba sus discursos, Antonio Alemany, que también fue condenado, y que también ve rebajada ahora su pena. El tribunal absuelve al expresidente balear de los delitos de fraude a la Administración, delito continuado de falsedad en documento oficial y prevaricación en concurso con malversación, porque entiende que ninguno de ellos ha podido ser demostrado.

La decisión de la sala contó con el voto particular de un magistrado, Alberto Jorge Barreiro, que discrepó de la absolución de los delitos de prevaricación, falsedad en documento oficial y en documento mercantil. Hace un mes, y ante el recurso de Matas, la fiscalía del Supremo defendió la pena de seis años y la necesidad de una sanción ejemplar para «los gobernantes que mal gobiernen y aquellos que se valen de sus funciones para lucrarse en sus intereses privados». Una acusación que Matas siempre ha negado y que ayer por la tarde, en una improvisada rueda de prensa en una sala de un hotel de Palma de Mallorca, reiteró y dejó claro que la sentencia le ha dado la razón. «Me alegra demostrar que los jueces se equivocaron», dijo el expresidente, además de anunciar que su abogada presentará un recurso por el único delito por el que ha sido condenado, tráfico de influencias.

LOS DISCURSOS / Para el Supremo, solo se ha podido demostrar y castigar a Matas por la subvención que recibió Alemany del Ejecutivo balear, que tenía como objetivo impulsar un proyecto de agencia de noticias afín al PP. Sin embargo, el tribunal considera que no pueden ponerse en entredicho los casi 200.000 euros que también recibió el periodista, entre el 2003 y el 2007, por redactar los discursos del presidente.

Para los partidos de izquierda, la rebaja de la pena a Matas por parte del Supremo solo servirá para que aumente la sensación que tienen los ciudadanos de que los políticos son impunes a los delitos de corrupción. El diputado de IU Gaspar Llamazares denunció que la nueva sentencia confirmó que «existe una justicia de primera y otra de segunda».

Desde el PP, que tras la primera pena desterró todo lo que estuviera vinculado con Matas -y este se dio de baja voluntariamente-, reiteraron su «respeto» a cualquier decisión judicial. El expresidente explicó en su comparecencia que varios excompañeros de partido le telefonearon ayer para felicitarle, aunque no quiso dar sus nombres para no comprometerles. Tras conocer la sentencia, el Ejecutivo balear, presidido por José Ramón Bauzá, retiró el retrato de Matas que colgaba junto a los del resto de expresidentes en la sede del Gobierno autónomo. Y es que, aunque no vaya a pisar la prisión por ahora, está oficialmente condenado.