la marcha del 10-J

Los partidos auguran que tras el 10-J nada será igual

Aspecto de la multitudinaria manifestación.

Aspecto de la multitudinaria manifestación.

MONTSERRAT BALDOMÀ / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Con mayor o menor disimulo y con mayor o menor entusiasmo, los políticos catalanes pronosticaron que tras el éxito desbordante del 10-J nada será igual, que la fecha hará historia. Unos, los más, lo expresaron con palabras; otros guardaron silencio, pero en sus rostros se dibujaba la certeza de que la masiva manifestación de ayer en Barcelona marca un punto de inflexión. Los próximos días o, a lo sumo, los próximos meses serán claves.

No será hasta mañana cuando las direcciones de las fuerzas políticas catalanas analicen el resultado de la marcha, pero sus dirigentes ya hicieron ayer unos primeros análisis. El PP de Catalunya guardó silencio tras la marcha, aunque su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, sí opinó sobre la misma, y para censurarla, antes de que se desarrollara.

Sin duda, los más exultantes con el resultado del 10-J eran los dirigentes de CiU y ERC, convencidos de los réditos electorales que pueden sacar. También Iniciativa per Catalunya y, por supuesto, los líderes de los dos nuevos proyectos independentistas: elexconsellerrepublicano Joan Carretero, que aprovechó la marcha para hacer una campaña masiva de propaganda electoral de Reagrupament, y Joan Laporta, que dijo acudir «como un ciudadano más» y no exhibió logos ni eslóganes ni banderas de su Democràcia Catalana.

«ESCUCHA ESPAÑA» / Artur Mas, presidente de CiU, aseguró que, sin lugar a dudas, el 10-J «marcará un antes y un después en la historia de Catalunya». «Lejos de rendirse, Catalunya se muestra dispuesta a alzar su voz pacíficamente pero de forma contundente, para rechazar la sentencia del Tribunal Constitucional en contra el Estatut», añadió. La reflexión de su socio de coalición, Josep Antoni Duran Lleida, discurrió por parecidos derroteros: «Es un clarísimo 'Escucha España'. PP y PSOE deben escuchar este clamor». El también convergente Felip Puig avanzó que CiU ha entendido que debe «apostar más por el autogobierno». A su juicio, el objetivo de Catalunya debe ser «conseguir lo más pronto posible» ser un «país con plena soberanía en Europa».

Aunque ideológicamente les separe un mundo, el líder de ICV, Joan Herrera, empleó los mismos términos utilizados por Mas. La manifestación, dijo, marca un antes y un después en la voluntad de los catalanes de ser respetados como país. Herrera llamó a los partidos catalanes a integrar un frente común «aparcando los cálculos electorales».

Joan Puigcercós, de ERC, no tuvo dudas de que el día de ayer abre una nueva etapa, la del fin de la vía autonomista, la del Estatut, y el inicio de la transición hacia la independencia definitiva de Catalunya. «Hay mucha gente que no es independentista pero que está viendo que no queda otro camino», sentenció el presidente de los republicanos.

MUESTRA DE RECHAZO / El PSC se mostró mucho más comedido que sus socios de gobierno. La dirección de los socialistas catalanes emitió un comunicado tras la manifestación en el que constataba que esta había sido una muestra «muy exigente y contundente» del rechazo ciudadano a una sentencia que «jamás se hubiera tenido que producir».

El Govern, por boca delconsellerJoaquim Nadal, valoró la protesta, afirmó que el pueblo catalán ha expresado «su incredulidad por una sentencia inoportuna» y destacó que la respuesta fue «clara, contundente y unitaria», mientras que Joan Saura advirtió a José Luis Rodríguez Zapatero que debe rehacer del pacto del Estatut. La titular de Justícia, Montserrat Tura, destacó la importancia de haber reunido a «varias generaciones en defensa del autogobierno», mientras que elconseller de Educació,Ernest Maragall, constató que las aspiraciones de Catalunya no caben actualmente dentro de la Constitución.