El juez deja en prisión al presunto testaferro de Rato

Alberto Portuondo, ayer a su llegada a los juzgados de la plaza de Castilla, en Madrid.

Alberto Portuondo, ayer a su llegada a los juzgados de la plaza de Castilla, en Madrid.

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El juez Antonio Serrano-Arnal, que instruye el llamado caso Rato, decidió ayer, tras tomarle declaración, mantener en prisión comunicada y sin fianza a Alberto Portuondo, administrador de la empresa Albisa SL, gracias a la que Rodrigo Rato cobró presuntamente comisiones de dos empresas a cambio de los contratos de publicidad de Bankia. La medida se justifica en el riesgo de fuga del empresario, al que el juez imputa los delitos de blanqueo de capitales en el extranjero y corrupción entre particulares, y en el peligro de que pueda manipular pruebas.

Portuondo fue detenido por la Guardia Civil el pasado domingo en el aeropuerto de Madrid-Barajas cuando se disponía a volver a México, país en el que reside. Es el tercer imputado en una causa por delito fiscal y blanqueo que hasta ahora se dirigía contra Rodrigo Rato y su socio Domingo Plazas.

Según la investigación, iniciada la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), Albisa habría actuado como empresa pantalla para el cobro por parte de Rato de comisiones de dos empresas de publicidad, Zenith y Publicis, a las que Bankia, presidida entonces por el exdirigente del PP, adjudicó los contratos de publicidad para su salida a bolsa. Los principales ingresos de Albisa entre los años 2011 y 2012, más de dos millones de euros, procedieron precisamente de las citadas empresas de publicidad. En esos mismos ejercicios, Albisa transfirió, en dos entregas, 835.000 euros a la sociedad Kradonara 2001, administrada por Rato, bajo la apariencia de pagos por servicios que en realidad no se prestaron.

Alberto Portuondo fue conducido a primera hora de la mañana en un furgón de la Guardia Civil a los Juzgados de la plaza de Castilla de Madrid, donde declaró ante el magistrado durante alrededor de dos horas. Según informaron a Efe fuentes jurídicas, el empresario respondió a todas las preguntas que le formularon tanto el juez como la fiscala del caso, Elena Lorente. Las citadas fuentes destacaron la colaboración activa de Portuondo en el desarrollo de su interrogatorio.

«SIN CARGA DE PRUEBA» / Tras responder a las cuestiones, el imputado permaneció más de una hora repasando su declaración, tras lo cual volvió a ser conducido a los calabozos para regresar a la cárcel de Soto del Real (Madrid). Al término del interrogatorio, el abogado del empresario, Javier Espiga, aseguró que «todo lo que se está diciendo» de su cliente «no tiene ningún tipo de apoyo o carga de prueba» y que habrá que esperar a ver cómo evoluciona el caso.

Serrano-Arnal, que prosigue con la instrucción mientras la Audiencia Nacional decide sobre la inhibición que le planteó, ha mantenido el secreto de sumario sobre esta parte de la investigación.

El instructor del caso Bankia, Fernando Andreu, debe decidir ahora  si existe conexión entre ambas causas y, en caso de que así sea, asumir la investigación.