EL CAMINO HACIA LAS URNAS

Juego de tronos en el PP

Mariano Rajoy preside la reunión del comité de dirección del PP.

Mariano Rajoy preside la reunión del comité de dirección del PP. / EFE / TAREK

GEMMA ROBLES / MADRID

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Las listas con las que Mariano Rajoy concurrirá a las elecciones del 20-D se presentaron oficialmente este sábado, en Barcelona. Los atentados de París frustraron la intención inicial de celebrar este mismo acto hace una semana. La tensión generada por la alarma que se ha encendido en toda Europa a raíz de los ataques y los movimientos políticos en torno al pacto antiterrorista o una posible intervención militar en Siria han dejado, inevitablemente, en un segundo plano las candidaturas, pese a estar en puertas de unas generales y que sean fruto de una compleja negociación en el seno del PP.

Y es que la elaboración de estas listas ha estado repleta de tiras y aflojas, tensión e incluso algún que otro exabrupto, sostienen las fuentes populares consultadas. El partido en pleno llevaba semanas pendiente del resultado final: la certeza de que no había sitio para todos y la incertidumbre por el futuro político provocaron que los codazos hasta el último minuto fueran notables. 

El juego de tronos está en marcha, dada la incertidumbre que existe sobre el resultado de las generales, pese a que los sondeos internos han mejorado en los últimos días para Rajoy, que sube posiciones a medida que la crisis territorial o la seguridad ocupan el primer plano de la actualidad. Él quiere repetir en la Moncloa, seguir llevando las riendas del PP y, en el mejor de los casos, no depender en exceso de terceros partidos para garantizar la gobernabilidad. Por si las expectativas no se cumplen, muchos cargos populares han luchado hasta el final por blindarse un escaño.

La principal incógnita era saber si serían unas listas 'marianistas' o el líder dejaría un hueco de honor al 'aznarismo'. La respuesta ha sido clara: listas 'marianistas' y con adiós incluido a la considerada cuota de Aznar que aún pervivía en el hemiciclo. Es la segunda fase de una estrategia de distanciamiento que comenzó forzando, entre bambalinas, la salida de Ana Botella del Ayuntamiento de Madrid. Al fin y al cabo, la ruptura del expresidente con su sucesor en el PP ya no se disimula, especialmente después de que se atreviera a emitir un comunicado tras las elecciones catalanas en el que, entre otras cosas, acusaba de tibieza a Rajoy y de regalar su espacio electoral a Ciudadanos.

SANTAMARÍA Y COSPEDAL, ESCAÑO EN CLAVE SUCESORIA

Valga como ejemplo de lo sucedido en la candidatura por Madrid, encabezada por el propio Rajoy (rehecha a última hora para sustituir a la atleta Marta Domínguezque decidió salir de la lista al Congreso cuando supo que iba a ser condenada por doparse) y en la que se ha hecho acompañar de su mano derecha en el Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, además de ministros, secretarios de Estado o 'fontaneros monclovitas'. Esta lista de nombres pretende dar imagen de experiencia de gestión, una de las bazas con las que cree contar el aspirante a la reelección frente a sus principales adversarios (Pedro SánchezAlbert Rivera y Pablo Iglesias).

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Sáenz de Santamaría, que es la número dos --y una de las que tendría posibilidades para, en un futuro a medio o largo plazo, depende del 20-D, ser el relevo de Rajoy-- le sigue la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, y tras ella viene el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. Para hacer hueco, han salido políticos como Carlos Aragonés, exjefe de gabinete de Aznar, que se va al Senado, o Gabriel Elorriaga, que fue secretario de Estado también con el ahora responsable de FAES y, tras la derrota del 2008, se convirtió en uno de los críticos con Rajoy. Él no tendrá espacio en ninguna de las dos Cámaras.

En este contexto, es evidente que la vicepresidenta queda bien situada, por lo que pueda ocurrir. También lo está la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, que finalmente ha aceptado la oferta de encabezar la lista por Toledo y asegurarse un escaño. Pocos a estas alturas descartan que si Rajoy, aun venciendo en diciembre, no lograra gobernar y se abriera la sucesión, ella intentaría dar el salto. Algo más complicado lo tendrá el que la mayoría de los conservadores suponen como tercer posible aspirante al trono de la presidencia del PP: el gallego Alberto Núñez Feijoo, que ha rechazado ser candidato igual que rehusó ser ministro para quedarse en Galicia. Al menos, de momento.

LA GUERRA DE AGUIRRE Y MONTORO

En lo que concierne a la inclusión de Montoro, ha sido una de las piezas más difíciles de encajar, dado que su mala imagen externa e interna ha provocado que el PP andaluz le haya rechazado, pese a ser de Jaén, como cabeza de lista por alguna de sus provincias. Y que la todavía 'lideresa' del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, haya peleado hasta el final por que no estuviera en la papeleta madrileña al Congreso. 

En la lista de Madrid aún hay algún otro dato reseñable: la inclusión del catalán José Luis Ayllón (considerado del entorno de la vicepresidenta en el puesto número siete), pese a que se esperaba que fuera Jorge Moragas, hasta ahora siempre candidato por Catalunya y jefe de campaña de Rajoy, quien fuese a ese puesto. Finalmente Moragas va detrás del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, en la candidatura por Barcelona, donde también ha habido sus más y sus menos entre los que participaban en el juego de tronos.