Iglesias reta a Errejón a presentar otro proyecto en Vistalegre II

Podemos calienta motores para su congreso estatal, un cónclave a principios del 2017 en el que como casi todo es posible, nadie se atreve a pronosticar qué acabará sucediendo. El partido entero está en vilo, a la espera que las tres familias moradas (pablistas, errejonistas y anticapitalistas) decidan su política de alianzas para concurrir juntos en un proyecto común, o por separado en listas enfrentadas. La primera pista sobre si hay sintonía para coser una candidatura común a pesar de los enfrentamientos surgirá tras la reunión entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, que tras medirse en un pulso en las primarias madrileñas en las que se impuso el equipo del líder por la mínima, han de dilucidar si cosen discrepancias o presentan proyectos alternativos.

A la espera de que esa cita se produzca, el partido se sumerge en una atmósfera precongresual de alto voltaje con avisos a navegantes en varias direcciones. El último, este miercoles. Pablo Iglesias dijo que quiere un Podemos en el que quepan todas sensibilidades, pero a renglón seguido advirtió que no tiene ningún interés en coser un pacto “de dirigentes” para defender un mismo proyecto en la Asamblea Ciudadana, denominada Vistalegre II. Iglesias aseguró que, a veces, “puede ser mejor noticia que haya diferentes propuestas”, una reflexión que sorprendió y que en clave interna se interpretó como una muestra del escaso interés que tiene el secretario general en llegar a un entendimiento con el número dos, al quedar fortalecido tras que su candidato, Ramón Espinar, ganase el pasado viernes las primarias en Madrid. Iglesias no hizo una alusión directa a esos resultados, pero dijo sentirse “enormemente apoyado” para seguir liderando Podemos con la confianza de los inscritos (militantes registrados online con derecho a voto).  

Las diferentes familias podemistas, sin embargo, hacen una lectura distinta de ese apoyo. El candidato oficialista ganó, pero con un margen de 2.000 votos, con la involucración del equipo de la secretaría general, y sumando sufragios con los anticapitalistas. Con esos recursos, Espinar conquistó 50% de los votos, pero incluso quedó por debajo de la candidata anticapitalista, Isa Serra, que iba de número dos en esa lista. La errejonista Rita Maestre obtuvo el 43% de los sufragios, resultado alumbra varias evidencias: las bases están muy divididas, Vistalegre II es un misterio, los anticapitalistas pedirían un precio alto a Iglesias a cambio de un pacto contra Errejón y, en todo caso, el líder parte de una posición ganadora pero no definitiva.

SÍNTESIS O LISTAS ENFRENTADAS

Las declaraciones del líder causaron impacto en clave interna porque marcan distancias con  las expresadas por el secretario de Organización, Pablo Echenique, quien pide una “síntesis” entre las diferentes alas del partido para presentarse a Vistalegre II. Iglesias, en cambio, considera que “las decisiones no tienen que partir de dos personas” y que cuanto mayor “coralidad” haya en los proyectos que se presenten, más enriquecedor será el debate.

Los pablistas entienden que Errejón es un compañero “fiel” y que, por lo tanto, asumirá la victoria de Iglesias en las primarias de Madrid y se someterá a la línea política más radical defendida por Iglesias y abandonará sus tesis transversales. Intuyen que el líder le hará algún guiño para contar con él, pero creen que no será especialmente generoso con el equipo afín a su número dos. Si se confirma esta propuesta de subordinación, la duda es qué hará Errejón.

Los suyos le han pedido que se diferencie más claramente de Iglesias.Pero de ahí a asumir el reto lanzado este miércoles por el líder y aventurarse con un proyecto alternativo hay un abismo que el secretario político todavía no ha decidido cruzar. 

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Andaluc\u00eda pide la estructura federal","text":null}}