Iglesias se endurece y llama "mediocres" a los socialistas que quieren pactar con el PP

Pablo Iglesias lleva con la mano tendida a los socialistas desde que comenzó la campaña electoral, pero a 24 horas de que termine, y ante la frialdad del PSOE, este jueves viró de tono y cambió el guante blanco por una advertencia con adjetivo incluido, desde un mitin en Jerez. Los que busquen excusas como pedir la cabeza de Mariano Rajoy para poder apoyar al PP no conseguirán impedir el cambio. "Algunos van a tener que elegir. El PP o nosotros. Si eligen mal y se equivocan, desde aquí les avisamos de que los mediocres y los burócratas no van a parar el cambio histórico en este país", avisó, en el primer dardo que manda a Pedro Sánchez tras exhortarle durante días infructuosamente para construir un gobierno de coalición progresista. 

Iglesias parece haber asumido que no tendrá una respuesta del candidato socialista antes de la jornada electoral y teme que el PSOE inicie una campaña para convencer a sus votantes de que con la dimisión de Rajoy sería aceptable que el PP pueda continuar en la Moncloa. "A los que a partir del 27 busquen excusas para quitar a Mariano Rajoy para mantener al PP, les decimos que la corrupción ha sido la forma de gobierno en España", advirtió, en su sexto mitin de campaña.

Un grupo de nazis boicotea un acto de Errejón en Madrid

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El cambio de registro de Iglesias no se circunscribe solo a su actitud con el PSOE, sino que elevó también el tono en la polarización con el PP a raíz del  ‘Fernándezgate’. Puso en tela de juicio la legitimidad de Jorge Fernández Díaz para ofrecer, como es habitual, los resultados del 26-J. “Este ministerio y este ministro son los encargados de velar por la seguridad en las votaciones del próximo domingo. Creo que todos los ciudadanos tenemos serias razones para estar preocupados”, señaló para acabar diciendo que el 'Fernándezgate' “revela una situación de despelotedespelote”. Para el candidato la situación deja a España a la altura de una “república bananera y de Mortadelo y Filemón”. 

Desde Podemos admiten que si sus expectativas para el 26-J ya eran elevadas, se han disparado en las últimas horas con el escándalo del ministro del Interior en funciones. Los morados, que venían hablando de un empate técnico con el PP, vislumbran, ahora sí, la victoria en votos. O por lo menos, eso es lo que irradian y comentan entre bastidores, donde tratan de calcular el impacto que el 'Fernándezgate' pudiera tener en la abstención del electorado de centroderecha. “Al ver que ganamos, se están traicionando los unos a los otros, en una situación desconocida para ellos. Es el barco pirata que se hunde y entonan el típico sálvese quien pueda”, explican fuentes del partido para describir la situación.