El Gobierno publicará sus balanzas fiscales antes de la cita con Mas

El Gobierno quiere hacer público su cálculo de las balanzas fiscales (o cuentas territorializadas, según las ha rebautizado el ministro Cristóbal Montoro) el próximo miércoles. La presentación se producirá, pues, en vísperas de la reunión entre Mariano Rajoy y Artur Mas, salvo que esa esperada cita se adelante contra pronóstico y las balanzas sean el colofón de un cara a cara que girará, fundamentalmente, en torno al desafío soberanista, pero que también abordará los problemas de tesorería en Catalunya. Y es que, tras meses y meses de espera, parece que el Ejecutivo ha hallado por fin el momento ideal para cumplir su compromiso de airear los datos autonómicos.

En otoño, Rajoy prometió difundir esas cifras antes de que terminase el 2013. Eso no sucedió. Después, Montoro habló de finales de marzo o principios de abril para dar a conocer unas balanzas elaboradas por parte de un grupo de expertos que lidera el economista Ángel de la Fuente y sustentadas sobre una nueva metodología (de carga/beneficio, en vez de flujo monetario). Pero el Gobierno cambió de nuevo de planes sobre la marcha para no interferir en el calendario de las elecciones europeas y, según fuentes gubernamentales, para no calentar más de lo necesario el debate sobre la consulta que se celebró en primavera en el Congreso.

GUERRA DE CIFRAS / Finalmente, será el miércoles (salvo enésimo cambio de estrategia) cuando Hacienda difunda los datos del déficit fiscal de las autonomías según los cálculos de los especialistas que ha elegido y cuando, a buen seguro, se abra una nueva polémica al constatarse que las cifras que maneja el Estado sobre Catalunya son algo diferentes de las que plantea la Generalitat.

En junio, el Govern concluyó que el déficit fiscal catalán en el 2011 fue de 15.006 millones de euros, el 7,7% del PIB, una cifra que Mas exhibió como la prueba de que «se frenan» y «se restan» posibilidades de crecimiento a Catalunya, mientras el Ejecutivo central calificaba el cálculo de la Generalitat de «interesado», recomendaba esperar para conocer las cuentas completas y «territorializadas» del Estado y, de paso, recordaba que se han inyectado más de 40.000 millones a las arcas catalanas a través de los Fondos de Liquidez Autónomica, el pago a proveedores, los anticipos o los aplazamientos de vencimientos.

Es más que probable que estos argumentos de ambas partes formen parte de la conversación que se disponen a mantener próximamente Rajoy y Mas. Los responsables de las balanzas del Estado han adelantado que, según sus cálculos, ni Catalunya ni Madrid requerirían más dinero, por situarse en la media per cápita, mientras que La Rioja y Extremadura están sobrefinanciadas y Andalucía y la Comunitat Valenciana, infrafinanciadas.

En este contexto, la financiación autonómica y las opciones de que se reforme el modelo vigente estarán inevitablemente sobre la mesa en la cita del president con Rajoy que, salvo sorpresas, se celebrará en La Moncloa. Se da la circunstancia de que Montoro advirtió en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera que no veía ambiente político adecuado para acometer cambios en el sistema, pese a que es un compromiso del programa electoral del PP. El propio Rajoy aprovechó una rueda de prensa en Bruselas para insinuar que dicha reforma podría ser sustituida por novedades en los impuestos que atañen a las autonomías, abriéndose así una segunda etapa de la reforma fiscal que se aprobará el viernes en el Consejo de Ministros.

No es Catalunya la única comunidad que ha puesto el grito en el cielo al saber que el Ejecutivo se resiste a cambiar el modelo. Territorios del PP como Madrid, Baleares, Comunitat Valenciana y Murcia piden que se cumpla con lo anunciado, mientras que la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, exige la convocatoria de una conferencia de presidentes para debatir tan delicado asunto.

El Gobierno, por su parte, busca caminos alternativos. Montoro está estudiando el aplazamiento de devoluciones de crédito de ayuntamientos y comunidades a fin de garantizarles liquidez. ¿Saldrá alguna novedad económica más de la reunión Rajoy-Mas? La incógnita se despejará en breve, aunque es la única área donde parece haber terreno para el acercamiento, dado que el Ejecutivo central se niega a aceptar la consulta por considerarla ilegal y Mas no tiene entre sus planes renunciar a ella.