Las investigaciones

La examante de Jordi Pujol FERRUSOLA: «Sacó 400.000 euros de Andorra en la mochila»

Ferrusola, Pujol, su primogénito y el socio de este último (de azul), Sergio Kam, en el hotel El Encanto de Acapulco, propiedad de ambos.

Ferrusola, Pujol, su primogénito y el socio de este último (de azul), Sergio Kam, en el hotel El Encanto de Acapulco, propiedad de ambos.

J. G. ALBALAT
BARCELONA

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Estuvo callada durante muchos años, pero María Victoria Álvarez, que del 2006 al 2008 mantuvo una relación sentimental con Jordi Pujol Ferrusola, rompió su silencio en diciembre. La policía le fue a buscar y habló. Confirmó a los agentes de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) cómo en un viaje volviendo de Andorra descubrió que el primogénito del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, llevaba en una mochila billetes de 500 euros. Después, en enero, ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, sostuvo que también los había de 200 euros y que la cantidad superaba los 400.000 euros. La testigo hizo mención a otros negocios bajo sospecha del que fuera su pareja en Londres (habla de un supuesto envío de otros 400.000 euros), México y Argentina. No ofreció detalles que permitan comprobar su versión, tal y como puso de manifiesto la fiscala que intervino en el interrogatorio judicial. De hecho, en varios momentos, incluso se contradijo.

EL PERIÓDICO ha tenido acceso a la declaración que realizó la mujer el pasado 17 de enero en la Audiencia Nacional. Nerviosa, alterada, temerosa y con un rencor evidente hacia el que había sido su pareja sentimental, Álvarez explica en un interrogatorio de 99 minutos cómo la policía se puso en contacto con ella y su encuentro en un hotel de Barcelona. «Me empiezan a preguntar si tú conoces a Jordi Pujol Ferrusola; les digo que sí. ¿Es verdad que has tenido una relación con él? Sí. ¿Has visto una serie de cosas?, tal... y me empiezan a preguntar y yo contesto la verdad», le dice al juez.

Tras la cita en el hotel, la examante de Pujol Ferrusola acudió el 13 de diciembre del 2012 a prestar declaración a una comisaría de Madrid, en la que pidió ser testigo protegido y no se lo concedieron. Se había negado a declarar en la Jefatura Superior de Policía de Barcelona por temor a que el hijo del expresident se enterara. «Tengo un miedo de narices», confiesa al juez. En su comparecencia ante los policías estuvo presente un abogado, que también defiende los intereses del financiero Javier de la Rosa y al que, según ella, no había contratado, y al que tampoco conocía, aunque reconoce que fue la persona que le recibió en la estación del AVE.

Álvarez, además de ratificar su declaración ante la policía, detalla al juez varios episodios vividos con el empresario. Uno de ellos, quizá el más concreto, es el viaje a Andorra que hizo con el primogénito de Pujol. De vuelta, en la estación del AVE de Lleida (iban a Madrid), abrió el maletero del coche para sacar el equipaje y se encontró con «una especie de mochila y había mucho dinero». Si ante la policía había afirmado que eran billetes de 500, en su declaración judicial añade que también había de 200. «Eran muchos porque eran dos tochos así de billetes. Primero, de 200 euros». Tenían «unas gomas puestas», asegura.

LA LLAMADA / «Supe la cantidad que era porque luego oí una conversación» con su exmujer, explica. «Habían sacado 400.000 y pico euros de intereses este año», sostiene. El juez se da cuenta de que ese dato es nuevo y ella asiente, para después reseñar que de vuelta a Barcelona le reprocha a Pujol Ferrusola: «Si vamos a subir y mover dinero, o lo que sea, me tendrías que avisar y yo decidir si quiero ir o no».

La testigo relata un viaje a Londres en el 2006 en el que, según ella, Pujol Ferrusola, que pretendía comprar un coche de carreras, le presenta a una persona, un tal Herber, que, añade, se dedica a blanquear dinero en las islas del canal de la Mancha. Álvarez explica que al día siguiente, cuando se dirigían a la fábrica de Lotus para comprar el vehículo, la madre del empresario, Marta Ferrusola, llamó por teléfono a su hijo y le dijo: «¿Ya estás en Londres? Bueno, pues que sepas que está el dinero. Los 400.000 euros ya están preparados». Lo escuchó, afirma, en el manos libres. Ante las preguntas del abogado Javier Melero, que representa a Pujol Ferrusola, rectifica y asegura que el hijo del expresident puso el altavoz del móvil. El letrado también le sonsaca que había remitido varios SMS a su ex después de su declaración a la policía, cuando ella había dicho que solo le envió uno para reprocharle el «lío en que le había metido».

La declaración judicial de María Victoria se complementa con sus explicaciones sobre un viaje a México. Ruz le pregunta: «¿En México fue testigo de alguna actividad que le llamara la atención, que le pareciera ilegal?». La mujer contesta: «Que me pareciera ilegal no. Había muchísimas actividades». Especifica varios negocios de Pujol Ferrusola en este país, a la vez que lanza sospechas sobre una inversión de 40 millones en Puerto de Rosario, en Argentina. Cuando el magistrado le pregunta si tiene conocimiento de más movimientos extraños, la mujer responde: «Hombre, yo sé que en la caja fuerte de su despacho tiene grandes cantidades de dinero».

CONTRADICCIONES / La fiscala expone las contradicciones entre la declaración policial y la que realiza en sede judicial: «¿Todo los que nos ha contado es lo que sabe? Nos cuenta de viajes, pero no sabe decir si iba a entidades financieras; nos cuenta traslado de dinero, pero nos lo cuantifica solo un día; nos cuenta actividades en México, pero no lo acompañó [...] ¿Sabe esto o sabe más? ¿O todo lo que nos ha contado es lo que conoce?». Álvarez insiste: «Lo que conozco principalmente es la parte de Herber [el contacto que su ex le presenta en Londres]. Es el punto por donde la familia está blanqueando el dinero, sacándolo».