El debate de política general

Duran y Convergència airean sus diferencias en torno a la consulta

Josep Antoni Duran Lleida, el jueves en los pasillos del Congreso.

Josep Antoni Duran Lleida, el jueves en los pasillos del Congreso.

FIDEL MASREAL
BARCELONA

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máscaras fuera. Como en una representación teatral en la que los actores, cansados, han dejado de actuar para empezar a mostrar sus verdaderos rostros, los dos socios de CiU optaron ayer por airear sus profundas discrepancias. El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, quiso dejar claro que ni el programa electoral de CiU es independentista ni la consulta ha de preguntar solo sobre la secesión; la respuesta de los convergentes consistió en proclamar su firme voluntad de mantener el rumbo hacia el Estado propio a través de una consulta inequívoca y sin terceras opciones.

«Nunca hemos dicho que esto sea independencia sí o no», apuntó Duran en RAC-1 al hablar del referendo. Es más, el dirigente democristiano dejó la puerta abierta a la ruptura con sus socios si no llegan a un acuerdo sobre la pregunta del referendo. La divergencia es total; no solo en si se han de plantear varias posibles respuestas, sino también respecto a cuál debería ser en ese caso la opción defendida por CiU.

El dirigente democristiano se quejó de que en Catalunya existe «una cierta caverna mediática» que ataca a posiciones como la suya y «allana el camino» a ERC, denunció la «improvisación» con la que se lleva a cabo el proceso y alertó de que todo puede desembocar en una división de CiU y del PSC para fortalecer a Esquerra y Ciutadans.

Que Duran se ha convertido en un aliado incómodo para CDC lo demuestra el hecho de que destacadísimos miembros de la cúpula convergente ya no hallan argumentos con los que defender la viabilidad de la federación con Unió. Los comentarios que suscita, en privado, el líder democristiano van del disgusto al sarcasmo. El diputado de CDC Ferran Falcó tuiteó: «Puestos a liarla, podemos consultar si hay tercera vía y con el resultado, negativo, refrendar si Estado propio o statu quo».

En cualquier caso, como evidenció el president Mas durante el debate de política general, CDC no quiere dejar que su socio condicione la hoja de ruta soberanista. Unió acabará siguiendo el mismo camino, auguran fuentes convergentes, que recuerdan que los democristianos han firmado un programa electoral netamente favorable al Estado propio.

DISCIPLINA / Y no solo eso. Pese a los alegatos del líder democristiano contra la idea de una pregunta, en singular, en la consulta, horas más tarde todos sus diputados en el Parlament votaron  junto a CDC sin problema la resolución pactada con ERC que plantea que antes de final de año se decidirá «la pregunta». Cosas de la disciplina de grupo.

La otra clave con la que se especula en CDC es la posibilidad de que Duran esté labrando el terreno de su despedida política. Él mismo ha coqueteado con la idea pese a que sus colaboradores más cercanos en Unió no lo ven como algo cercano.

Pero no todo es binario en la relación entre ambos socios. Mas mantiene abierta la opción de una consulta con tres respuestas, pese a que ayer Josep Rull tuitease que él apuesta por el sí, el no o el voto en blanco. Otra cosa es que la famosa tercera vía sea hoy un caudal seco. Y que se haga difícil creer que CDC, con o sin tercera opción, defienda algo que no sea el Estado propio. Estará entonces en manos de Duran decidir si mantiene su lealtad a CiU o se pasa al bloque federal, acaso junto al PSC.