El 'caso Barberá' sigue dividiendo al PP

Pese a los intentos de Mariano Rajoy y su equipo para pasar página de las divisiones que ha provocado la reacción del partido ante el ‘caso Taula’ y la posible imputación de Rita Barberá, con jóvenes vicesecretarios reclamando purgas mientras su jefe de filas amparaba la exalcaldesa, lo cierto es que el caso de corrupción que salpica a una pata negra del PP sigue provocando tensiones.

La presidenta de los conservadores valencianos, Isabel Bonig, ha dado un ultimátum a los concejales imputados para que entreguen su acta mientras que la vicesecretaria Andrea Levy, tras el comité de dirección, es partidaria de esperar a que concluya el expediente informativo abierto en Madrid. El instructor nombrado por el comité de derechos y garantías citará esta semana a declarar a Barberá y al resto de implicados. El proceso podría concluir con la expulsión del partido de aquellos que no den explicaciones convincentes.

La cúpula del PP comprende que Bonig intente hacer gestos de autoridad y trate de distanciarse de la corrupción sistémica que ha afectado al PP valenciano, pero ve difícil que se pueda lograr que los ediles, que sí aceptaron darse de baja cautelarmente de militancia, entreguen su acta. De ahí que Levy este lunes no secundara al cien por cien a Bonig. Por el contrario, la dirigente conservadora hizo verdaderos esfuerzos para negar cualquier tipo de desavenencia en la cúpula del PP y entre el partido y el gobierno por el ‘caso Barberá’.

El viernes, Soraya Saénz de Santamaría, dejó entrever el malestar que en La Moncloa causa las reclamaciones de los vicesecretarios para que se aparte a los corruptos al mínimo indicio. Reivindicó las medidas legislativas y señaló que “las palabras” contra la corrupción “son importantes pero los hechos también”. Para dejar atrás y refutar cualquier tipo de pugna, Levy aseveró que “quien busque división, fractura o pelea en el PP, pincha en hueso”. 

ATAQUE CONTRA PSOE Y PODEMOS

Levy, por otra parte, destinó buena parte de la rueda de prensa tras el comité de dirección a denunciar que el acuerdo al que están intentando llegar el PSOE y Podemos "esconde un referéndum emboscado", como en su opinión demuestra los "pactos en la oscuridad" que están llevando a cabo Miquel Iceta y Xavier Domènech, designados por ambos partidos para buscar una solución que desbloquee la gobernabilidad en lo que respecta al tema catalán.

La dirigente cargó además contra la fuerza morada, a la que ha calificado de "castuza", por el incidente protagonizado por la diputada podemista y exjueza Victoria Rosell, quien se negó a ser identificada en un aeropuerto.