Las propuestas

CiU y ERC pactan el horizonte de «un nuevo Estado» para Catalunya WWW

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, durante el acto de firma del pacto de gobernabilidad, el pasado 19 de diciembre en el Parlament.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, durante el acto de firma del pacto de gobernabilidad, el pasado 19 de diciembre en el Parlament.

JOSE RICO / XABIER BARRENA
BARCELONA

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En Catalunya, las declaraciones políticas sobre los grandes temas de país acostumbran a cumplir dos características: se rodean de extraordinaria pomposidad, pero terminan con un compromiso de mínimos. CiU y ERC rompieron ayer con esta tradición y forjaron una declaración soberanista que votará el Parlament dentro de dos semanas fijando un horizonte de máximos para la legislatura: consulta soberanista y «un nuevo Estado» para Catalunya «dentro del marco europeo». Tan alto listón es lógico si se analiza la evolución del discurso de Artur Mas y la seña de identidad del partido de Oriol Junqueras, pero obstaculiza la forja de un frente común con ICV-EUiA y el PSC, fuerzas que también defienden el derecho a decidir. El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, expresó su disgusto por el marchamo del texto.

A pesar de que el Govern y Esquerra llevaban días tendiendo la mano a todos los grupos para redactar juntos la declaración, al final los socios parlamentarios han tomado el atajo y han alumbrado un texto de tres folios que enviaron ayer, abierto a enmiendas, a socialistas, ecosocialistas y la CUP, pues dan por hecho que con el PP y Ciutadans no hay margen de negociación. Desde Chile, Duran explicó el proceso: el Govern remitió el primer borrador a ERC, que «lo enmendó de arriba abajo». «Yo no estaba nada de acuerdo», reveló en 8TV el líder democristiano, quien lamentó que la propuesta se haya presentado sin intentar primero sumar la firma del PSC e ICV-EUiA.

Después de un largo preámbulo, que vindica la «voluntad de autogobernarse» de los catalanes y diagnostica que la «situación de bloqueo» derivada del recorte del Estatut solo se podrá resolver mediante una consulta, el documento declara «la soberanía democrática del pueblo de Catalunya como sujeto político y jurídico» y acuerda iniciar el ejercicio del derecho de autodeterminación para «hacer efectiva la voluntad de constituir Catalunya en un nuevo Estado dentro del marco europeo».

Fuentes de ERC negaron que sea un texto cerrado que busque apoyos incondicionales. «Lo lógico es que el partido que ganó las elecciones y que forma Govern dé el primer paso», adujo una voz de las filas republicanas para seguir: «Nosotros hemos introducido nuestras enmiendas, y ahora les toca a los otros». Enmiendas, avisan en Esquerra, «que no desnaturalicen el sentido del texto».

INCOMODIDAD INCOMPRENSIBLE / Según ERC, el texto aborda solo el derecho a decidir y no pide la independencia, pese a la alusión al «nuevo Estado», así que no ven razones para la incomodidad. Sobre el enojo por no haber participado en la redacción, más allá de achacarlo a CiU, no ve otra forma posible de proceder. «Tampoco hace falta convocar una cumbre. ¿O es que acaso hay alguna mayoría alternativa que no pase por CiU?», se preguntan los republicanos.

El texto fundamenta la intención de crear el Estado propio en seis principios: la soberanía del pueblo catalán, la legitimidad democrática del proceso, su transparencia, el diálogo con el Estado y la comunidad internacional, los principios fundacionales de la UE y la legalidad, en el sentido de usar «todos los marcos legales existentes». El apartado de legitimidad democrática compromete a los firmantes a garantizar en la consulta «la pluralidad de opciones y el respeto a todas ellas», aunque faculta a trabajar, «a través de la deliberación y el diálogo», para conseguir un resultado que sea «la expresión mayoritaria de la voluntad popular».

La declaración tiene garantizado el refrendo parlamentario y, por las primeras reacciones, es plausible sumar a ICV-EUiA y, en cambio, mucho tendría que cambiar la letra para lograr el apoyo del PSC. El portavoz socialista en la Cámara catalana, Maurici Lucena, dio un rotundonoal texto original porque «disfraza la independencia de derecho a decidir y prejuzga que el objetivo de la consulta es lograr un Estado propio». «Es un texto de adolescentes, de dudosa calidad democrática», zanjó Lucena. Rectificada la abstención preventiva, el PSC negociará enmiendas con CiU y ERC, y alguna voz del sector catalanista se apresuró a presionar a la dirección. «Hace falta una mayoría plural a favor del derecho a decidir. Espero que se acerquen posiciones», tuiteó laexconselleraMarina Geli.

Fuentes de ICV explicaron a Efe que no ponen pegas al Estado propio, pero matizaron que la decisión sobre el futuro de Catalunya «la tomarán los catalanes en una consulta, pero no se puede decidir antes», y que CiU y ERC no pueden actuar bilateralmente y luego pedir «adhesiones». ICV es partidaria de un Estado catalán, en la UE o en una España federal.

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