El alcalde de Girona, sin socios y sin el sueldo

ERC, PSC, CUP y Ciutadans evidencian la soledad de CiU

Votación en el pleno de Girona.

Votación en el pleno de Girona. / periodico

RAÜL MUXACH / GIRONA

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El alcalde de Girona, Albert Ballesta (CiU), sigue sin dar pie con bola. No cobrará los 75.000 € que pretendía su partido, ni 73.000 como pactó con PP y Ciutadans antes de que la formación naranja le dejara en la estacada solo dos horas antes del pleno, ni los 68.500 que acabó llevando a votación en un intento a la desesperada para ganarse a ERC. Ciutadans le retiró el apoyo porque, en su opinión, el alcalde había"traspasado una línea roja" al afirmar que, a pesar del pacto con ellos y el PP, Girona seguía siendo "referente del independentismo", y que la ciudad lo lleva "dentro de su ADN".

Así que, de momento, Ballesta se queda sin sueldo fijo ni cotización a la Seguridad Social. Percibirá lo mismo que cobraba el actual presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont en conceptos de dietas: unos 28.000 euros por asistencia a plenos y comisiones (pero en su caso tenía, además, el sueldo como diputado en el Parlament). 

Solo CiU, que tiene 10 ediles, apoyó el nuevo cartapacio. ERC, PSC y la CUP votaron en contra de reducir el número de asesores y fijar un sueldo para el alcalde, Ciudadanos se les unió en contra de la reducción de asesores y se abstuvo en el sueldo y el PP, tal como había pactado con CiU, se abstuvo en ambas. Lo único que se aprobó fue delegar en dos concejales del equipo de gobierno las competencias de turismo y cultura que asumía directamente Puigdemont.

ALTA TENSIÓN

Fue un pleno cargado de reproches. La portavoz de ERC, Maria Mercè Roca, recriminó a CiU que hubiera preferido votar junto al PP y C’s antes que con ellos y reveló que el propio Ballesta la había llamado solo 20 minutos antes del pleno para decirle que aceptaban “una de las partes” de lo que pedía ERC (el sueldo). “Usted no sabe negociar”, le espetó, y le preguntó por qué quería que los republicanos entrasen en el gobierno si sus propuestas de ciudad estaban “tan alejadas”.

Ballesta le reiteró que la oferta de ERC “no es seria”. También atacó a la portavoz de la CUP, Laia Pèlach, a la que espetó que su idea de cartapacio “ofende a la inteligencia” y añadió que “si sus votantes se leyeran su programa, a lo mejor no les votarían”. Antes, la concejal cupera había pedido a Ballesta que “se ponga a gobernar o dimita” y le acusó de haber “vendido su alma al diablo” y haber sido traicionado por él. Por su parte, la edil del PP, Concepció Veray, lamentó que Girona volviera a “hacer el ridículo” y acusó a ERC de permitir con su voto que haya un asesor más en el Ayuntamiento cuando la formación republicana había presentado una propuesta de máximos en la que pedía reducir el número de asesores hasta cuatro.