Bosch busca dar la sorpresa y ser tercera fuerza

La campaña de los republicanos ha ido de menos a más, con un inicio hasta divertido

XABIER BARRENA / BARCELONA

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Una de las constantes de todas las encuestas publicadas en las últimas semanas es que, en la intención directa de voto, ERC es tercera. El hecho de partir de su peor resultado en lustros (dos concejales) y de que su techo desde 1979 sean los cinco obtenidos por Jordi Portabella en el 2003 les penaliza en el momento en que las empresas demoscópicas elaboran la estimación de voto. A ello se agarran los republicanos para afirmar que en la noche del domingo "darán la sorpresa".

La campaña de los republicanos ha ido de menos a más. Con un inicio hasta divertido, cuando Bosch mostró del revés un gráfico, en el primer debate, el de BTV. Esquerra tiene presente que hace exactamente un año venció en los comicios europeos en la ciudad de Barcelona. Tanto la contienda como el contexto es otro. Hace un año no concurrió la CUP ni existía el 'fenómeno Colau'.

Algunos republicanos no descartan incluso que haya un voto oculto soberanista. No de marca, la de ERC, que ahora goza de buena salud, sino sobre el proceso. Tras 30 meses de órdago soberanista vuelve a pesar sobre muchos la sensación de que tampoco hay que centrarlo todo, en público, en la independencia. Otra cosa será, esperan en la calle de Calàbria, sede del partido, en el momento de ir a votar.

Los márgenes de los resultados se situarían entre los tres concejales que supondrían un fracaso y los siete que llevarían al descorche de botellas de cava la noche electoral.