Víctor Estrada: «Si mi halcón está conmigo es porque somos íntimos»

Con la media luz del alba se anuda la corbata y se lleva Tornado, su halcón de tres años, a volar. Pasadas las nueve, llega a su oficina en el centro de Barcelona con el brillo en la mirada de quien ha tocado el cielo.

-Un halcón no es una mascota.

-Un pájaro es tremendamente frío. Se comunica con los ojos, puedes ver cómo está de ánimo, qué quiere hacer, pero no puedes interaccionar con él como si fuera un perrito. Entendiendo al que está allí y no habla es cuando entiendes a las personas. Lo único que tienes que hacer es observar y ponerte en su lugar.

-¿Quién enseña a quién?

-Nosotros, como humanos terrestres, sabemos muy poco de lo que puede hacer un halcón. Yo le doy tiempo y es él quien me enseña a mí lo que es capaz de hacer cada día. Y esto se puede aplicar a criar a los hijos, a la pareja y a los negocios.

-¿Cómo?

-Tiene una relación brutal. Yo puedo tener al pájaro con hambre y que sea como un perrito, pero lo bonito es que él vuele solo, cace solo, tenga autonomía total y cuando salgo con él al campo disfrute, juegue y crea en sí mismo. Si está conmigo es porque somos íntimos y no por necesidad o porque sea su amo o su jefe. Tratando a mi halcón, he aprendido a tratar a las personas.

-¿Por ejemplo?

-Soy consultor inmobiliario y a un miembro de mi equipo que trabajó a tope sin lograr los objetivos fijados le di igual unbonus a final de año. El mundo valora los resultados, pero los resultados son consecuencia de unas actitudes y eso vale para personas y pájaros. Yo recompensé una buena actitud que no dio resultados por la situación de mercado.

-¿Y no ha quebrado su empresa?

-La empresa va muy bien, aunque el presente es tremendo. Que yo pierda dinero puntualmente me importa un pepino. Le diré más, le di unbonus sensacional a una persona que a los dos días se fue de la empresa. Es ley de vida. Es como si Tornado mañana me dice: «Mira Víctor, lo siento, se acabó, he encontrado una hembra muy bonita y me voy con ella».

-¿Podría pasar?

-Totalmente. Tornado nació en cautividad pero fue alimentado por sus padres y eso quiere decir que es mucho más independiente. Es un halcón, halcón. Cuanto más sepa, más independiente será y más posibilidades hay de que se vaya.

-De momento, no se va.

-Esto es lo mágico. Para él soy un compañero de vuelo y esto es distinto de lo que se suele ver en cetrería. Normalmente los vuelos de estos pájaros son controlados, de 5 o 15 minutos como mucho, pero Tornado ha hecho vuelos de hasta dos horas.

-¿Es difícil entrenarlo?

-Es tremendamente difícil y sacrificado, porque tienes que estar continuamente pendiente y lo que consigues dura segundos. Un picado de un halcón a 200 o 300 km por hora dura segundos, pero esos segundos te llevan al cielo. Recuerdo un picado desde 1.350 metros. A esa altura es imposible verlo y lo que oyes es un rugido:gggrsh. Pero, ¿dónde está? Y pasa:shiuuu. Es impresionante, se me pone la piel de gallina. Lo que me hace más ilusión es que, a pesar de estar a 1.350 metros, planeando en el infinito, Tornado no desapareció, sino que estaba encima de mí, esperando a que yo lo llamase.

-¿Cómo le dio por los pájaros?

-Mi padre era aficionado a los pajaritos de jaula y yo no me perdía los programas de Félix Rodríguez de la Fuente. Con 14 años empecé a observar a los pájaros de una forma absolutamente fanática, identificándolos, censándolos, anillándolos, siguiendo las migraciones y escribiendo artículos. También trabajé de ornitólogo en el zoo de Barcelona.

-¿Pero por qué los halcones?

-Porque es compartir la vida con unos seres muy superiores a ti. Dicen que el hombre no puede hacer más de una cosa a la vez, pues estos animales hacen 10, 15 y 20 cosas a la vez. Lo procesan todo, se fijan en todo, no pierden detalle porque de ello depende su vida. La cetrería requiere mucha dedicación, de tiempo y mental, y cuando se presentó la crisis dije: «Ahora o nunca». Vida solo hay una, y tienes que hacer lo que te llena como persona, lo que te hace vibrar, lo que te emociona.

-Se nota que le apasiona.

-La predisposición a observar pájaros y a disfrutar de la naturaleza, incluso viendo cazar a un halcón, es una forma apasionante de conocer la naturaleza, y solo así podremos protegerla. La cetrería ha sido declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco y debe ser respetada y protegida.